Su ruido, por momentos estridente, hace notar su presencia en esta época de calor y bochorno de abril. Llegan sigilosamente a aposentarse en las grandes arboledas, cuando se lo proponen también llegan a crear por momentos un silencio sepulcral.
Son llamadas también cigarras, con su peculiar sonido llaman a las hembras a través de su característico sonido que sale de su abdomen. Puede llegar a escucharse hasta kilómetro y medio.
Los labriegos encuentran una gran similitud con quienes los visitan en esta época electoral. Muchos de ellos ya los han ido a ver hasta en tres ocasiones y siempre encuentran motivos para tratar de convencerlos de que en su comunidad aún hay problemas que resolver. Aunque algunos de ellos aseguran que pasando el periodo electoral ya no les vuelven a mirar.
Unos porque ganaron y ahora ya están en la cúspide que les hace inalcanzables. Que para verlos en su trono tienen que hacer una larga espera y que además les imponen un filtro como el de confesarse con el vigilante de que asunto van a plantear, además deben dejar tanto su credencial de identificación, proporcionar un domicilio y número telefónico.
Pascasio, que ha sido visitado en infinidad de veces en su larga vida, asegura que han sido los mismos que le han jurado y perjurado que los sacarán por fin del enorme agujero de la pobreza en que se encuentra. Que por fin ya no va a padecer falta de empleo y que por fin todas las necesidades de su colonia van a ser resueltas.
Va más allá cuando asegura que al volver a pedir el voto los humildes personajes aseguran que se sacrificarán en aras de su pueblo. Soportan que les digan hasta de qué se van a morir, los reclamos hacia aquellos que han sido funcionarios se repiten hasta el hartazgo y repite Pascasio: vieras como aguantan.
Algunos de manera sigilosa se les acercan al o los candidatos y al oído le susurran que más de una propuesta de las que anuncian a través del micrófono ya la han planteado más de una vez.
De tal forma que la elección que está en juego es considerada como atípica en razón de que hay un mosaico de opciones, que en otrora tiempo se visualiza a un posible puntero -hablando de los aspirantes a la silla presidencial del municipio de Xicotepec- y en otro momento apuntan al de enfrente.
Que por más que el INE dice que va a contabilizar los recursos que se apliquen para que el piso sea parejo entre los contendientes. Sueño guajiro.
La sierra norte vive una elección en la que imperan distintos escenarios y las novedades no se avizoran por ningún lado que se busque. El 2 de junio sin lugar a duda no habrá quien pueda anticipar con mucho tiempo de antelación su contundente triunfo.
De oídas te había oído, Pascasio: la guerra de la pinta de las bardas está a más del 100 por ciento.
Un día aparecen de un color o candidato y al cuarto o quinto día ya de otro color y otro candidato. Los rotulistas juegan un papel importante en aumentar el grosor y color de dichas bardas.
