Como académica y defensora dedicada de las lenguas, los textiles y la cultura indígena de América, llevo 12 años estudiando la riqueza simbólica de los textiles de Naupan, Puebla. Mis estudios han resultado en dos tesis de licenciatura, una de maestría y una de doctorado. Tengo la enorme satisfacción de haber asesorado a diputados y senadores en iniciativas de ley para la protección de los textiles indígenas de México durante más de una década.
Los textiles de Naupan son una joya cultural viviente, una gran fuente de identidad y patrimonio. Sin embargo, aún no han recibido el reconocimiento global que merecen. Por eso, es fundamental que solicitemos a la UNESCO que otorgue el nombramiento de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad a los textiles de Naupan, Puebla. Este título no solo elevará el status de estos textiles en el escenario mundial, sino que también ayudará a garantizar que sea recibida la protección necesaria para su preservación y continuidad.
La designación como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad no puede ser aprobada sin una justificación rigurosa, clara, concreta y que involucre años de dedicación. Tal como sucedió con los textiles de la Isla Taquile en Perú, los cuales tienen dicho nombramiento gracias a la justificación de la antropóloga Rita Prochaska y sus décadas de investigación especializada en la iconografía.
Cada símbolo de Naupan es un indicador cultural específico. Los colores y las formas nos dicen de dónde es cada mujer, qué lengua habla, su estado civil, la generación a la cual pertenece. Incluso nos narra situaciones rituales, describe aspectos de la tecnología y los ciclos agrícolas.
El día de hoy, Naupan se ha visibilizado a pesar de ser un Municipio con aproximadamente 9 mil habitantes, debido a la intervención que hicieron algunas mujeres bordadoras rellenando elementos de la camiseta oficial de la Selección Nacional de Futbol, patrocinada por una de las marcas deportivas más importantes del mercado.
Pero desafortunadamente, las mujeres bordadoras no han tenido el reconocimiento que requiere tan meritoria labor ni recibido un pago justo de parte de los múltiples intermediarios que a diario intervienen los textiles nahuas del Municipio, adquiriendo únicamente beneficios individuales ajenos a la comunidad; incluso pagando 100 pesos mexicanos a las bordadoras, mientras que los intermediarios reciben cuatro cifras más.
Las problemáticas que generan dichas intervenciones son la desarticulación interna, la competencia, la perdida acelerada del patrimonio simbólico, desvirtuando el sentido identitario y funcional que tiene cada prenda.
El libro Memorias de las Manos Nahuas: Estructuración de la simbología cosmogónica de los bordados textiles de Naupan, Puebla, publicado en 2017 y los 10 artículos académicos que he dedicado apasionadamente y con todo tipo de obstáculos a la simbología textil del Municipio han sido difundidos en más de 45 instituciones estatales, nacionales e internacionales con el objetivo de promover y justificar el valor estético de la simbología y dicha designación patrimonial.
Los talleres impartidos a diseñadores y público interesado han sido destinados a la valoración estética de su iconografía. Por tal motivo, he levantado un pronunciamiento y reunido firmas por seis años para continuar en instancias legales el reconocimiento de sus textiles.
Los textiles de Naupan, una maravilla creada con habilidad, dedicación y un sentido profundo de la tradición, merecen reconocimiento a nivel internacional. Son el símbolo de una historia rica y un patrimonio que no se debe dar por sentado. Cada diseño intrincado es un recordatorio de nuestra herencia cultural y diversa, una declaración de identidad que pide ser reconocida.
Hoy en día, impulso un movimiento en apoyo para asegurar que la riqueza simbólica de los textiles de Naupan sea debidamente reconocida y protegida en todo el mundo.
¡Firma y comparte esta petición!
https://www.change.org/p/solicitemos-a-la-unesco-que-designe-a-los-textiles-de-naupan-puebla-como-obra-maestra-del-patrimonio-oral-e-intangible-de-la-humanidad