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jueves, junio 19, 2025

MEIGAS: Brujas y hechiceras (Lengua: gallego)

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Pocas regiones de Europa tienen una mitología misteriosa como Galicia. Una provincia lluviosa, boscosa, con montes, ríos y por supuesto el océano Atlántico y el mar Cantábrico. Galicia es una comunidad autónoma española considerada Nacionalidad histórica.

Galicia recibe miles de peregrinos al año. Viajeros que con sus pasos trazan la ruta rumbo a Santiago de Compostela, una ciudad enigmática que guarda en su aire experiencias espirituales de millones de personas. La frescura de la ciudad se asocia con la limpieza del alma. Basta entrar a la Catedral construida en 1075, sentarse con o sin devoción a admirar el retablo principal es una experiencia que nadie puede perderse. El estilo arquitectónico de la Catedral es considerado una de las obras más sobresalientes del arte románico.

Meiga es el nombre que se da en gallego (lengua de Galicia) a las brujas o hechiceras quienes tienen como principal objetivo “megar” o “enmeigar” (hacer el mal a personas o animales).  Las meigas son entidades asociadas a los males de las personas a diferencia de las curanderas o brujas que alivian los males. Por eso en Galicia se cuenta la leyenda de que existen dos tipos de MEIGAS, las buenas y las malas. Aunque posiblemente, esta visión de “maldad” se determina desde el enfoque de la ideología cristiana. Porque se pueden observar grabados antiguos de Meigas provocando tormentas. Las tormentas están asociadas con la fertilidad de la tierra. Cualquier americano identifica este tipo de prácticas que desde la Iglesia Católica están vistas como prácticas paganas.

Hablar de mitología gallega es hablar de las Meigas o de la Santa Compaña que es una procesión de almas en pena que deambulan por las calles, especialmente días antes del día de San Juan o de la noche de Todos Santos. Analicemos el sincretismo cultural-religioso y la asociación con el día de Muertos en México. Leyendas como la llorona son una mezcla de la unificación de ambas culturas.

La mitología gallega también se asocia con seres que desde tiempos muy remotos permitieron al hombre explicar el mundo que le rodeaba. Poner rostro a los temores del hombre y responder los fenómenos que el mismo hombre no llegaba a comprender. Personajes que tienen claros paralelismos con otras mitologías europeas y del norte de España y que precisamente han envuelto a Galicia de una extraordinaria brisa de misterio.

La arquitectura de Galicia está inundada con leyendas que hablan de la presencia de los Mouros: seres mitológicos y primeros pobladores de Galicia, quienes contienen un gran tamaño y poder, según la tradición oral. Los Mouros solo pueden ser vistos en algunas épocas del año. Se pueden encontrar en la noche de San Juan. Por otro lado: Las Mouras eran consideradas mujeres de gran belleza. Mujeres asociadas con la serpiente. Los petroglifos que se encuentran grabados en las piedras de muchos puntos de Galicia están asociados con estos mitológicos personajes.

Las Meigas fueron retomadas en el siglo XVI cuando se llegó a escuchar sobre la existencia de mujeres hechiceras. En 1543 se proclama la excomunión de las «personas, [que] queriendo saber lo que no saben, o lo que ha de ser… va[n] a agoreros y a encantadores, hechiceros y hechiceras… con sacrílega temeridad y atrevimiento diabólico lo han hurtado para mezclar con sus hechizos y supersticiones erróneas». Lo curioso es que el concepto Meiga o Bruxa no se encuentra registrado en los documentos de la época. Pero la tradición oral y cultural de Galicia los mantiene vivos.

Para esos tiempos los hechiceros eran perseguidos por “tener tratos con el <demonio>”. A partir del año 1612 la actividad tribunal de la Inquisición de Santiago arremete contra las “brujas” en lugar de ir en contra de las “hechiceras”. Justamente después del siglo XVII aparece la palabra Meiga para referirse a las brujas maléficas. Todo sucedió dos años después del proceso de las Brujas de Zugarramurdi en Logroño, Asturias. Proceso que consistió en persecuciones a hechiceros y la muerte de varias personas quemadas vivas por resistirse a la confesión de sus actividades espirituales sin considerar las supuestas culpas y los tratos con entidades de poder.

En todos los casos los hechiceros son hombres que conocen el mundo. Están conectados con sus intuiciones y la sabiduría es adquirida a partir de un largo proceso de introspección.

Continua…

 

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