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jueves, noviembre 21, 2024

El “Mayo” Zambada tiene luz verde para “limpiar” medio país

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Los datos duros son devastadores; en lo que va del mes de mayo se han registrado 80.4 homicidios diarios en todo el país. México está sumergido en una vorágine de violencia sin control y las imágenes que presenta al mundo son aberrantes. 

En países industrializados los videos de un ejército sobajado y denigrado por criminales son inimaginables, impensables. Pero en México son cada vez más frecuentes. 

En varias ocasiones se ha demostrado que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) está en una abierta guerra con el Estado mexicano.  

A principios del mes de junio de 2020 Santiago Nieto Castillo, entonces titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) anunció el operativo “Agave Azul”, una investigación conjunta con la DEA que logró identificar a mil 700 sujetos vinculados al CJNG, tanto personas físicas como morales, cuyas cuentas bancarias fueron congeladas. 

La respuesta criminal no tardó mucho. 

La mañana del 28 de junio de 2020, en pleno Paseo de la Reforma, un grupo de sicarios de la referida organización hizo 414 disparos contra el convoy de Omar García Harfuch, el jefe policiaco de Claudia Sheinbaum. Solamente el blindaje nivel militar de la Suburban permitió al funcionario conservar la existencia.  

Pero el desafío fue abierto, contundente.  

A partir de esa mañana todo el gabinete de López Obrador cambió sus medidas de seguridad. El Jetta blanco solo quedó como un símbolo de la libertad con que se movía en campaña, pero ya era imposible seguir con los mismos hábitos. 

Durante este mes de mayo de 2022 hay algunos indicios que merecen ser repasados. 

Desde la reclusión de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, su compadre Ismael “El Mayo” Zambada tomó el mando de las acciones y movimientos criminales en todo el país.  

Por supuesto aún pertenece al Cártel de Sinaloa y sigue en una alianza con “Los Chapitos”, pero no es poca la desconfianza y el recelo. 

Por esa razón “El Mayo” impulsa su propia organización, su propio cártel llamado “Operativa MZ”, que está peleando ciudades e incluso estados enteros contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). 

Hace unos días en Tijuana el semanario Zeta -uno de los mayores baluartes del periodismo mexicano-, subrayó la amenaza de “El Mayo” Zambada con realizar una “limpia” en la ciudad fronteriza. 

Y efectivamente hay datos de la entrada de una célula de sicarios del Cártel de Sinaloa en la ciudad, pero rápidamente fueron detenidos y desarticulados. Pero es evidente la intención de “El Mayo” de tomar el control de Tijuana, por lo que se puede esperar una oleada de incursiones. 

En otro punto caótico y sangriento del país, en Veracruz, apareció una lona en que la misma agrupación “Operativa MZ” anticipa una “limpieza” que va a comenzar en el ciudad y puerto principal. 

En la narco-manta abiertamente señalan al gobernador Cuitláhuac García Jiménez de estar coludido con el Cártel Jalisco y aluden a una docena de jefes criminales sobre los que caerán ataques cortesía de “El Mayo”. 

El perfil del jefe criminal no tiene pierde. Siempre prudente y cauto; se debe recordar que el capo nunca ha sido detenido por corporación alguna; es proclive a las relaciones públicas; no se debe olvidar aquella parca entrevista que concedió a don Julio Scherer.  

En realidad muchos analistas consideran que el verdadero cerebro criminal de este país es Ismael Mario “El Mayo” Zambada García. Y quien dejó que su compadre Joaquín Guzmán Loera diera rienda suelta a su protagonismo, exhibicionismo y se colocara en la mira de las agencias estadunidenses, mientras él desde las sombras construía su propio imperio. 

Pero en esta era de “Abrazos y no balazos” la figura de Zambada cobra especial relevancia y se muestra desafiante, incontenible desde Tijuana hasta el puerto de Veracruz. 

Se sabe que prácticamente ya tiene el control de Zacatecas, Colima, Nayarit, San Luis Potosí y sus respectivos gobernadores.  

Nunca antes “El Mayo” tomó la jefatura estratégica del emporio del narco, como está sucediendo ahora. 

Vaya, hasta pareciera que tiene luz verde para “limpiar” medio país.  Repetimos, pareciera.  

La verdad solo la conoce un círculo de no más de diez personas que se reúnen a las 6 de la mañana.     

La realidad tarde o temprano se conocerá, pero mientras vayamos a un tema local. 

  

Algunas notas sobre la ejecución de Cecilia Monzón. 

Si usted lo permite vamos a algunos apuntes sobre los lamentables hechos. 

Primero.- Generoso lector, una pregunta ¿Hace cuánto tiempo que no lee una nota sobre sicarios a bordo de motocicletas? Sin duda tiene muchos meses. 

En México los criminales se mueven en grupos de cinco, para ello usan camionetas Lobo, Ram, Tundra. Es una especie de estrategia paramilitar, un conductor y cuatro sicarios. Atrás pueden venir uno o más vehículos, pero siempre en unidades de cinco elementos. 

Los crímenes a bordo de motocicletas son inusuales y atípicos en los últimos años, contrario a lo que sucedía en la Colombia de los años 80.  

En su libro “Amando a Pablo, odiando a Escobar” la periodista Virginia Vallejo narra las escuelas de sicarios que se movían en motocicletas por las calles de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, ejecutando a políticos y enemigos del capo. 

En otra cruda obra, “La Virgen de los Sicarios” Fernando Vallejo describe la vida de esos adolescentes que con una motocicleta y una pistola se mataban por cualquier diferencia.  

En México el último antecedente de un atentado en motocicleta data de octubre de 2021 cuando pistoleros trataron de ejecutar al empresario restaurantero Eduardo Beaven, en las proximidades del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). La habilidad de su chofer impidió el asesinato y causó la muerte de uno de los gatilleros.  

Desde entonces no tenemos referencia de otro atentado en moto. Hasta ahora.  

Pero el dato es útil para recordar que los asesinatos desde motocicletas esencialmente se ven en la Ciudad de México. No se debe descartar que los criminales hayan sido contratados en la capital del país.   

Segundo.- Como atinadamente lo señaló el gobernador Barbosa el hecho tiene todo el sello del crimen organizado; por lo mismo fue una ejecución planeada, preparada con semanas o por lo menos un mes de anticipación. 

Los sicarios siguieron a Monzón durante días; conocieron sus rutinas y hábitos; las calles por las que accedía y salía de su domicilio; incluso las gasolineras en que se detenía. 

Fue una labor de semanas de seguimiento y vigilancia; no fue un asesinato al vapor. 

Tercero.- La ejecución también nos habla de la personalidad, del perfil psicológico del autor intelectual.  

Es un sujeto con una prepotencia enfermiza y una arrogancia patológica.  

En ningún momento trató de simular o disfrazar el crimen. Usualmente tratan de hacer pasar esos asesinatos como un asalto, como un accidente, un choque que desembocó en un altercado violento. Nada de eso; nunca trataron de simular.  

El motociclista se colocó a un lado y el sicario disparó de manera directa. 

Lo que nunca calculó el autor intelectual fue la reacción social; el levantamiento de miles de voces de feministas, activistas, periodistas y organizaciones civiles que estallaron en un clamor de justicia, por lo que hasta el presidente de la República se vio precisado a abordar el tema. 

Cuarto.- La vida de Monzón ayudará ampliamente a las pesquisas y es que la abogada era un libro abierto, completamente transparente.  

Una mujer sin recovecos o simulaciones. Su carácter desenfadado y desenvuelto era su principal carta de presentación. 

Como litigante no tenía nexos con delincuentes o células criminales.  

Su vida estaba entregada a su hijo, su profesión llevada de manera honesta y su activismo.  

Cecilia vivía en una casa de cristal y ello ayudará enormemente a las investigaciones.  

Estaremos atentos. 

Como siempre quedo a sus órdenes. 

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