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jueves, febrero 6, 2025

Temiktli (Lengua náhuatl) Ni Hamás ni Netanyahu. Ni sueños sin muertes

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La palabra Temiktli significa “sueño” en lengua náhuatl. He estudiado la etimología de esta palabra y considero lo siguiente: Temiktli puede desglosarse como “hacerte morir a ti mismo”. Te- es un morfema que refiere a la segunda persona. Mictli – refiere a la muerte de una persona.  

Lo mismo que los sueños, esos que nos llevan a la profundidad del inconsciente, donde casi morimos, donde nosotros mismos nos “hacemos morir”. Morimos un poco cuando navegamos por las dimensiones de nuestra mente, el inconsciente de Freud. Don Juan decía que “los sueños son más reales que la misma realidad, porque en ellos podemos hacer lo que queramos”. “Los sueños, sueños son: decía Calderón de la Barca: 

“Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe y en cenizas le convierte la muerte (¡desdicha fuerte!): ¡que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte!”. La vida es sueño (1635) Jornada 3, escena 19 (monólogo de Segismundo). 

Lo curioso es este discurso tiene sentido si nos vamos a los diccionarios más antiguos de la lengua náhuatl. Donde Temiktli se traduce como “sueño”, aquellos anhelos o deseos que “matan”. ¿Quién no ha tenido este tipo de sueños alguna vez? Cito el diccionario de Carochi:   

“Anca intlälticpac nëcuiltönölli netlamachtilli anca çan nënquïzcäyötl: anca àtle itech huetziz intoyöllo iniz tlälticpac: anca çanyuhquin cochìtlëhualli tëmictli ïpan ticmatizque iniz tlälticpac ic päcoa”. 

“…¡luego las prosperidades del mundo, no son si no vanidad! ¡luego no debemos aficionarnos a cosa alguna de la tierra! luego hemos de tener por sueños todos los deleites del mundo”.  

Los sueños matan. Ya lo dice la palabra antigua. 

¿Qué tanto soñar es hacerse morir, en el plano físico y en el plano mental? No lo pregunto yo, lo cuestiona la palabra antigua. 

Ni Hamás ni Netanyahu, ni Palestina ni Israel. El mundo es más complejo que el espejismo del deseo y de los sueños. Se sueña con territorio, con Gaza sin sangre, con un territorio milenario para el pueblo judío. Soñaron los judíos desterrados con alguna tierra, soñaron palestinos con la libertad mientras se hacen la guerra. El pueblo de Israel pervivirá y Palestina pervivirá. Todo comienza con un sueño que termina en amenaza y destrucción. ¿De qué lado queda la razón ante los sueños? Los sueños matan porque los sueños, sueños son.  

En la búsqueda de un territorio se encuentran los pueblos, unos más amables que otros, algunos más soberanos que otros. De Rusia sobre Ucrania de Israel sobre Palestina, el mundo sobre los judíos en su tiempo y los pueblos que parezcan amenaza. Hoy aquellos sueños se convierten otra vez en pesadillas. El pueblo de Israel anunció el golpe que dio al terrorismo ocultando los detalles de la masacre, el pueblo Palestino resistirá y revivirá y seguirá reviviendo. Aun habiendo 2 mil 215 sueños y muertes en la Franja de Gaza, aun teniendo 8 mil 714 heridos y crisis humanitaria tras el ataque de Hamás en territorio israelí.  

“Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. 

“Yo sueño que estoy aquí, destas prisiones cargado; y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.  

Calderón de la Barca. 

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