El espaldarazo a Sergio Salomón

Desde la primera vez que la dupla Claudia Sheinbaum Pardo y Sergio Salomón Céspedes Peregrina apareció frente a las cámaras de los medios de comunicación locales, se supo de inmediato que había una química pocas veces vista. Siendo aspirante a la gubernatura, el oriundo de Tepeaca nunca dudó en respaldar el proyecto presidencial de la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Así se lo manifestó y demostró en los hechos. Al asumir la gubernatura, Sergio Salomón no solo ratificó su pacto, sino que también garantizó piso parejo a todos los aspirantes presidenciales, lo que evitó pleitos innecesarios. Al final, esas condiciones solo sirvieron para que Claudia Sheinbaum no tuviera problemas en consolidarse como la candidata de Morena. Mientras ambos fueron gobernadores no dudaron en fortalecer los vínculos e intercambiar proyectos exitosos. Siendo candidata, la exjefa de Gobierno se dedicó a hacer lo suyo y el resultado estuvo a la vista de todos: la votación más grande que alguien haya obtenido, incluso por arriba de Andrés Manuel López Obrador. Sergio Salomón, por su parte, se dedicó a hacer lo que mejor sabe: política y más política. Rompió con años de tensiones y divisiones, creó las condiciones para la concordia, recorrió el estado una y otra vez, escuchó de viva voz las demandas y sentimientos del pueblo y, para cerrar con broche de oro, desplegó el más ambicioso plan de infraestructura en la entidad. Fue tal su empeño que en dos años logró detonar más obra pública que la realizada en seis años en otras administraciones. Al conseguir el triunfo, Claudia Sheinbaum no dudó en abrir un espacio para Sergio Salomón en el gobierno federal. Lo que no se sabía era que entre sus planes estaba entregarle al poblano una de las áreas más complejas del país: El Instituto Nacional de Migración. Hoy sabe que lo hizo porque es justo ahí donde se necesita un político de la talla de Sergio Salomón: sensible, conciliador, buen administrador y, sobre todo, con corazón. Se trata de darle un giro de 180 grados a esa institución, acabar con la vieja política de garrote y corrupción. El migrante, para esta administración, es parte fundamental de los principios que sustentan al nuevo régimen. En la forma en que lo tratamos y resolvemos ese problema, no definimos como país y como sociedad. Por eso no es extraño que ayer, Claudia Sheinbaum haya pronunciado un reconocimiento tan profundo a Sergio Salomón. Son dos aliados que van juntos para cambiar las cosas en el país.