Ante los malos resultados electorales, las constantes fallas en los acuerdos políticos y los recientes escándalos financieros que han ensombrecido a los gobiernos panistas, el Comité Directivo Estatal del PRI ha puesto en duda la viabilidad de mantener su alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) en los futuros retos políticos del estado.
El dirigente estatal del tricolor, Néstor Camarillo Medina, destacó este lunes la necesidad de replantear la estrategia política tomando en cuenta la base militante para tomar una decisión clara y bien fundamentada.
Camarillo Medina no ocultó la molestia del partido de haber pertenecido a la alianza, al señalar que el PRI fue relegado a un papel subordinado en las pasadas elecciones, en lugar de ser tratado como un socio estratégico.
“A muchos se les olvidó cómo ganaron. Lo vi con diputados que habían ganado gracias a los votos del PRI y en las conferencias decían que el PAN no debería ir en alianza con el PRI, ya estuvo bien que el PRI solo ayude a ganar y otros partidos no ayuden al PRI”, indicó.
A pesar de que en el pasado proceso electoral el descalabro del PRI fue más evidente, el también senador enfatizó que la única forma de considerar una nueva coalición será mediante acuerdos que beneficien de manera equitativa al tricolor.
“No estamos cerrados a las alianzas, pero tampoco nos aferramos a ellas. Para que una coalición sea posible, el PAN deberá respetar al PRI y garantizar acuerdos justos y equitativos”, señaló.
Además, Camarillo Medina aprovechó para criticar a Acción Nacional por no actuar como una verdadera oposición, acusándolo de guardar silencio en temas de relevancia social como la inseguridad.
“El famoso discurso de respuesta a la oposición, a la verdadera oposición que somos nosotros porque el PAN no dice nada, están callados con su supuesto proceso es no politizar la inseguridad, ese es su discurso”, indicó.
El descontento con la alianza opositora se ve alimentado por los pésimos resultados obtenidos en las elecciones del 2 de junio, en las que Morena y sus aliados arrasaron, dejando a la coalición PRI-PAN-PRD debilitada.
La tensión también se ha intensificado tras las revelaciones del “hoyo financiero” superior a 600 millones de pesos en el Ayuntamiento de Puebla, administrado por Eduardo Rivera Pérez y su socio, Adán Domínguez Sánchez.
Este escándalo no solo ha empañado la imagen del PAN, sino que también ha avivado las diferencias entre ambos partidos.
Ante la oportunidad que tiene el PAN para cambiar su estrategia con la renovación de su dirigencia el próximo domingo 15 de diciembre, Néstor Camarillo optó por reservar su opinión hasta conocer los resultados, reconociendo la relevancia de este proceso, que podría tener un impacto significativo en la continuidad de la alianza entre ambos partidos.