En el marco de su segundo y último informe, ante la clase política y la sociedad poblana, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina aprovechó para esbozar cómo fue que encontró al estado a su llegada como mandatario, en diciembre de 2022.
El tepeaquense, quien dejó su cargo como diputado para convertirse en gobernador por designación del Congreso del Estado, recibió un estado dividido, por lo que de inmediato inició la construcción de puentes para dejar atrás los agravios y reconstruir la unidad, a través de la reconciliación.
Durante su mensaje, Céspedes Peregrina enfatizó subrayó que, en estos dos años, Puebla dejó atrás divisiones y desigualdades gracias al diálogo y la construcción de puentes, no solo físicos, sino también sociales.
“Puebla estaba rota, y así era imposible avanzar. Construimos puentes de varilla y cemento, pero el puente más importante es el de la unidad y el entendimiento. Este puente nos reconectó como la gran familia poblana que somos”, expresó el gobernador.
Montado en un escenario en la Plaza de la Victoria, en el Fuerte de Guadalupe, el mandatario estatal inició su despedida a 22 días de dejar el cargo, agradeciendo a las y los poblanos por permitirle estar al frente del estado durante dos años y señaló que, aunque no fue legitimado en las urnas, sí lo hizo con obras y acciones para todo el estado.
“Yo no tuve oportunidad de legitimarme como gobernador en las urnas, por lo que luché todos los días por legitimarme en los hechos y espero que estos salten a la vista”, afirmó.
AGRADECE A DIPUTADOS POR LA DECISIÓN DE NOMBRARLO
Céspedes Peregrina dedicó parte de su intervención para recownocer a los integrantes de la XLI Legislatura del Congreso del Estado de Puebla por haber tomado la decisión de designarlo como titular del Poder Ejecutivo, en una etapa en la que estado pasaba por un momento de inestabilidad política, tras la muerte de Miguel Barbosa.
Remarcó que han sido más de 700 días se estar al frente del estado, tiempo en el que pudo visitar los 217 municipios del estado, con un gobierno presente, porque es “lo que Puebla merece”, ya que la entidad estaba rota y así no se podía avanzar en el ejercicio de gobierno.
“Gobernar Puebla en poco tiempo fue más que un cargo, una misión, nos dedicamos tender puentes donde antes había muros, a gobernar con empatía, con sensibilidad, y con un profundo sentido de justicia, porque las grandes obras no son las que se miden en metros cuadrados, sino las que se miden en la vida digna de los ciudadanos”, expresó.
Entre los invitados se encontraban el gobernador electo, Alejandro Armenta Mier; Lázaro Cárdenas Batel, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, y Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los diputados federales de Morena.
También lo acompañaron sus homólogas de Morelos, Margarita González Saravia; Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, y Quintana Roo, María Elena Lezama Espinosa, así como los gobernadores de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar y de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, ante quienes sostuvo que se facilitó el diálogo, se dejó atrás el pasado y se logró la reconciliación.
Céspedes Peregrina sostuvo que la decisión de los diputados que lo designaron la madrugada del 13 de diciembre del 2022, nunca fue coaccionada, pues su actuar fue pulcro e incuestionable, por ello que desde el inició supo que se tenía que luchar contra la desigualdad, con visión humanista y pensando siempre en las próximas generaciones.
SE ACEPTÓ LA CRÍTICA Y SEÑALAMIENTOS, DICE
Céspedes Peregrina aprovechó para recalcar la presencia del aún comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño Yáñez, a quien, dijo, conoció en persona hace unos días y catalogó como una persona generosa e institucional, toda vez que lo sustituirá en dicho cargo en enero.
Asimismo, aseveró que durante su gestión se ha tenido “un respeto absoluto a la libertad de expresión”, así como a los reporteros de la fuente de gobierno, a los dueños, pues nunca hubo línea con ellos, además de que se aceptó la crítica y los señalamientos sobre lo que se hacía.
Reconoció a la rectora de la BUAP, María Lilia Cedillo Ramírez, con quien se impulsaron proyectos a favor de la educación, así como el director del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Arturo Reyes Sandoval, por voltear a Puebla para abrir una vocacional y una Unidad de Ingeniería.
Al reiterar que la unidad y la reconciliación fue reconstruida por todos los sectores, pero que se le tiene que dar mantenimiento a diario, afirmó que la época de esperanza se extenderá varios años con la llegada de la primera mujer a la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
También con el gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, a quien calificó como un hombre que conoce su estado, lo camina y que cuenta con una visión que traerá beneficios, por lo que le deseó éxito y le sostuvo que Puebla se quedará en buenas manos.
PUEBLA SE QUEDARÁ EN BUENAS MANOS
Ante cientos de personas, que se congregaron en la emblemática zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, el mandatario destacó que Puebla es tan generosa que el hijo de un chofer de autobús pudo llegar a la gubernatura de Puebla.
“Mi padre, un chofer de autobús que no terminó la primaria, un hombre de trabajo y convicciones, decía: ‘cuando Dios da, hasta las cubetas presta’. Gracias Puebla por darme tanto, hogar, familia, amigos, compañeras y compañeros, amor y esperanza”, exclamó tras decirse agradecido con la vida y a todos los poblanos por serviles estos dos años de gobierno.
Céspedes Peregrina señaló que la reconciliación, la unidad y los resultados, no son obra de una sola persona, “lo hemos construido juntos, y a cada uno de nosotros nos corresponde darle mantenimiento todos los días”.
Expresó que la época de esperanza se extenderá por varios años con la llegada de la primera mujer a la Presidencia de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y con el mandatario electo, Alejandro Armenta Mier, a quien calificó como un hombre que conoce su estado, lo camina y que cuenta con una visión que traerá beneficios a la entidad.
Por lo tanto, deseó éxitos al próximo gobernador del estado, al asegurar que Puebla “se quedará en buenas manos”. El morenista concluyó que se va con la conciencia tranquila, pues su gobierno luchó por la desigualdad social con honestidad, trabajo y resultados.
“Todo lo hicimos más allá de una obligación, como un acto de conciencia, porque entendemos que el servicio público se hace con conciencia, empatía y compromiso; sobre todo, con amor. Todo esto es una forma de mostrar nuestro compromiso y respeto al pueblo”, sostuvo.