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sábado, noviembre 23, 2024

Adán Domínguez gestiona en lo oscurito deuda por 600 mdp y huye abordo de su Suburban

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A siete días de que concluya la gestión panista en el Ayuntamiento de Puebla, Adán Domínguez Sánchez dejará el gobierno municipal en las mismas condiciones que definieron estos tres años de la administración: en el caos político y financiero, así como las fuertes sospechas de una grave corrupción.

Esa situación metió al edil suplente en una dinámica esquizofrénica para solventar el quebranto financiero que heredará, por 680 millones de pesos.

Este lunes, por ejemplo, casi a escondidas el edil suplente acudió, acompañado de su Tesorero municipal, Omar Coyopol Solís, al Congreso del estado con el objetivo de cabildear con la presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Laura Artemisa, la aprobación de una línea de crédito bancaria por 600 millones de pesos, a pagarse en 10 años.

Menos de una hora duró el cónclave. Adán Domínguez Sánchez, presa de las cámaras y los micrófonos, salió disparado en su camioneta de lujo y escoltado por un fuerte equipo de seguridad, en un intento de escapar del escarnio público y esconder cuestionamientos del endeudamiento que ya marcaba su gestión.

En uno de los días más complicados para la administración, el munícipe simplemente optó por desaparecer, dejando a su tesorero con la responsabilidad de intentar explicar el quebranto a las arcas.

La misma postura había adoptado su equipo más cercano de colaboradores. Ana María Jiménez Ortiz, regidora presidenta de la Comisión de Patrimonio y Hacienda municipal del Cabildo de Puebla, cuatro horas antes evitó a toda costa dar respuestas claras sobre el tema y cuando los medios se acercaron para cuestionarla sobre la posible aprobación de la deuda, su única respuesta fue tajante: “No voy a dar entrevista”.

El silencio de Jiménez Ortiz fue claro: “Yo no sé nada”. Así, intentó atajar la presión de los reporteros sobre si la propuesta del millonario endeudamiento había sido incluida en el orden del día de la sesión de la Comisión de Hacienda.

A lo sumo, los reporteros lograron arrancar una muda respuesta sobre una reunión convocada el pasado viernes por el tesorero municipal, en donde los regidores de su fracción fueron informados sobre el hoyo financiero existente y la necesidad de contraer deuda pública. Ana María Jiménez asintió con la cabeza y siguió su camino.

Horas después de que Adán Domínguez y Omar Coyopol acudieron al Congreso del estado para solicitar la aprobación de una deuda de 600 millones de pesos, el tesorero optó por una estrategia evasiva cuando fue consultado por los medios de información sobre los detalles del encuentro y la posible aprobación de la línea de crédito.

Cuando por la tarde llegó la hora de explicar cómo sería el proceso para adquirir una deuda de 600 millones, frente a los micrófonos Omar Coyopol se mostró titubeante y evasivo.

La prensa lo abordó con preguntas directas: ¿Contratarán una deuda que heredarán a Pepe Chedraui? ¿Por qué solicitar tal monto justo antes de finalizar la administración? Sin embargo, el tesorero optó por salirse por la tangente. “No tengo conocimiento de ninguna línea de crédito, no sé si se solicitará”, respondió, con un tono y rostro descompuestos que denotaban incomodidad.

“Me invitó el presidente a acompañarlo a la reunión, pero no tuve posibilidad de ingresar. No sé si logró platicar con alguna comisión del Congreso”, añadió el funcionario sobre la reunión que horas antes habían sostenido en la sede legislativa él y el alcalde sustituto, pero se limitó a deslindarse de los hechos, actuando como si su rol en la reunión hubiera sido casi incidental.

A medida que las preguntas se intensificaban, la confusión aumentaba. Cuando se le insistió sobre si, dados los números rojos, era prudente endeudar al municipio, Coyopol ofreció una explicación ambigua sobre la recaudación fiscal en los últimos meses del año, sin ofrecer cifras ni proyecciones claras.

“Este Ayuntamiento que entra tendrá la posibilidad de recaudar todo lo que es la segunda quincena de octubre, noviembre y diciembre”, señaló, intentando justificar que los ingresos fiscales podrían aliviar las finanzas.

El trasfondo de esta posible solicitud de deuda tiene raíces profundas en la gestión de Adán Domínguez, quien heredará una administración plagada de problemas económicos, al haber gastado 680 millones de pesos de un total de 2 mil 089 millones que debían haber dejado íntegros a la administración anterior.

En este contexto de incertidumbre y evasivas, la situación podría recrudecer, pues este martes 8 de octubre, el presidente electo Pepe Chedraui dará un mensaje a la ciudad, en el que se espera que aborde la delicada situación financiera que le dejan y ofrezca un panorama más claro del futuro de la administración municipal.

 

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