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jueves, septiembre 19, 2024

Abandona Comuna la ciudad para privatizar una sola calle

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En el antiguo Barrio de Santiago, el Ayuntamiento de Puebla a cargo de Adán Domínguez Sánchez invirtió la suma de 50 millones de pesos para, entre otras cosas, convertir una calle en área peatonal sin el consentimiento de colonos y comerciantes.

La obra se ubica estratégicamente frente a la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), pero mientras una calle se embellece con fines de privatización, el resto de Puebla se cae a pedazos.

 

Las calles y las redes sociales pintan la realidad. En la privada Francisco La Madrid, en la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras, los vecinos no conocen la palabra “mantenimiento”.  Baches tan profundos que parecen cráteres adornan la calle y los neumáticos desgastados y esparcidos por la zona solo acentúan el caos.

Los residentes, además, señalan con frustración que los camiones de la Ruta 10, que utilizan esa calle como base, son los culpables del pésimo estado en que se encuentra.

Pero este no es un caso aislado. Puebla, con sus famosas lluvias torrenciales, se convirtió en un caldo de cultivo para los socavones. Apenas hace un par de días, en la calle 9 A Sur y 55 Poniente, en la colonia Prados de Agua Azul, un nuevo socavón se formó, cortesía de la falta de mantenimiento en las tuberías. Los vecinos ya no se sorprenden, pero el temor de que estos agujeros sigan apareciendo se extiende por toda la ciudad.

El deterioro también se extiende en otras zonas de la Angelópolis, por ejemplo, en la 4 Norte, entre la 18 y la 20 Oriente, frente a la Delegación Regional del IMSS, la situación no es diferente. Los baches y las malas condiciones de la vía se han vuelto una constante y los habitantes claman por apoyo a las autoridades para que la Secretaría de Infraestructura municipal intervenga.

 

La escena se repite en la colonia Valle del Paraíso, donde las lluvias recientes inundaron 10 casas debido al mal estado de la calle Álamos, además, los vecinos no vieron solución a la vista y sus solicitudes de pavimentación cayeron en oídos sordos.

Uno de los casos más alarmantes se encuentra en la avenida Reforma Sur, en la colonia La Paz, donde un bache se reportó desde el 22 de agosto, pero, aunque la denuncia circuló ampliamente a través de redes sociales, la reparación sigue sin llegar y hoy vecinos transitan con miedo por la zona, esquivando el agujero que, como un recordatorio permanente de la inacción, les espera cada día.

Mientras, la cuarta sección de San Ramón tampoco se salva. Las calles Naranjos y 11 Sur son una zona de desastre cada vez que llueve, donde las casas se inundan, se vuelven intransitables y los vecinos se enfrentan a un verdadero calvario cada vez que intentan salir o entrar a sus hogares, como sucedió con las recientes lluvias de este martes.

Esta solo es la punta de la madeja en una red de demandas ciudadanas para el gobierno municipal que siguen sin cumplirse, además de que, el Plan de Obra Pública 2024 del Ayuntamiento de Puebla ha sido señalado como una simulación por la regidora de Morena, Elisa Molina Rivera.

 

En agosto, la morenista denunció que, a menos de dos meses de que finalice la actual administración, las obras de rehabilitación vial en colonias como Amaluquilla, Flor del Bosque y San Baltazar Campeche no han comenzado, lo que ha generado malestar entre los vecinos que esperan el cumplimiento de las promesas.

Durante recorridos por las zonas afectadas, Molina Rivera verificó que las calles incluidas en el plan, como Maximino Ávila Camacho y la 32 Norte-Sur, siguen en mal estado y sin señales de intervención.

Mientras tanto, el gobierno municipal presumió su obra de peatonalización millonaria frente a la UPAEP, cuyo costo fue de 50 millones de pesos, además de que la institución privada aportó otros 10 millones de pesos, en medio de críticas por favorecer solamente a la universidad, mientras las calles cercanas y de diversos puntos de la capital se encuentran llenos de baches.

 

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