El Cabildo de Puebla votó a favor de una homologación estatal de restricciones a los horarios de operación de bares, antros y otros establecimientos que venden alcohol, pues ahora deberán cerrar sus puertas a las 2 de la madrugada.
Con 21 votos a favor, dos abstenciones y un voto en contra, la regulación fue aprobada y entrará en vigor una vez publicada en el Periódico Oficial del Estado. A partir de la implementación de estas medidas, los establecimientos deberán asegurarse que para las 2:30 ya no haya ningún cliente en el lugar.
Asimismo, se establecerá un horario límite para la venta de alcohol en botella cerrada: después de las 12 de la noche, ningún establecimiento, ya sea tienda departamental, de conveniencia o depósito, podrá vender bebidas alcohólicas en envases cerrados.
Según explicaron los regidores artífices del dictamen, esta iniciativa tiene como objetivo limitar el consumo de alcohol durante las horas nocturnas, buscando alinearse con las recomendaciones internacionales para combatir el consumo excesivo.
La medida también responde a una estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para promover la reducción de la disponibilidad de alcohol para proteger la salud pública.
Fernando Sarur, uno de los regidores que apoyaron la propuesta, defendió la iniciativa al señalar que es necesaria para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la capital poblana y su área metropolitana, además de que recalcó, las nuevas disposiciones aplicarán no solo a bares y antros, sino también a discotecas, centros de entretenimiento, cabarets y estadios deportivos, entre otros.
“Estas medidas son necesarias, son oportunas y beneficiarán a los habitantes de la capital poblana y de la zona metropolitana, pues la Organización Mundial de la Salud ha puesto en marcha la estrategia para reducir el uso excesivo del alcohol. En ese documento en el tema de disponibilidad de alcohol se busca que los estados tomen medidas efectivas”, expuso.
Sin embargo, la sesión también estuvo marcada por la controversia debido a la inclusión de estímulos fiscales dirigidos a los propietarios de establecimientos que venden alcohol y que se encuentran en deuda con sus licencias de funcionamiento.
La regidora Elisa Molina Rivera, de Morena, expresó su oposición a estos estímulos fiscales, argumentando que no son justos ni necesarios para la mayoría de la población, pues criticó que se ofrezcan a quienes menos lo necesitan, señalando que estos incentivos deberían tener un enfoque social y dirigirse a quienes realmente requieren apoyo económico.
Además, Molina manifestó que el plazo para regularizar las licencias se extiende más allá del mandato de la actual administración, lo cual, en su opinión, no debería ser decidido por un gobierno saliente.