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jueves, septiembre 19, 2024

Feminicidios y el Yunque

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La gestión de Eduardo Rivera Pérez en el Ayuntamiento de Puebla se caracterizó, entre otras muchas cosas, por la protección que se ofreció a todos aquellos que fueron señalados de acoso, hostigamiento y hasta intento de violación sexual. Fue, por decirlo de otra forma, el trienio de los violentadores sexuales. Esta situación terminó también por reflejarse en el combate a los delitos ligados a la violencia contra las mujeres. Basta revisar las estadísticas oficiales para comprobar que el acoso y la violación tienen un comportamiento preocupante en la ciudad de Puebla. Pero el tema que define en su máxima expresión la ausencia de una política de apoyo y cuidado hacia las mujeres es el número de feminicidios. El INEGI dio a conocer que la capital poblana forma parte de los 15 municipios que concentran el 50 por ciento de los asesinatos de mujeres en el país. Puebla está a la par de ciudades extremadamente violentas como Ciudad Juárez,
Chihuahua e Iztapalapa. Y si hay dudas de la gravedad, nada más basta recordar que en la primera ciudad se acuñó el terrible concepto de “Las Muertas de Juárez”, que refleja la podredumbre institucional, social y criminal que asuela a nuestro país. ¿Qué dirán ahora en el Ayuntamiento de Puebla ante esa situación? ¿Que este delito no es de su competencia? El estudio del organismo federal comprueba que el Ayuntamiento panista ha incumplido los requisitos mínimos de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y que la indolencia con que han actuado no es circunstancial sino que es la misma expresión de lo que los movimientos feministas denuncian como el patriarcado institucional. Queda claro, además, que la Secretaría de Igualdad Sustantiva municipal es solo una oficina inoperante y de relleno, incapaz de actuar en consecuencia o siquiera formular los mecanismos indispensables para atender el grave problema de las víctimas al interior de la Comuna. Si no son capaces siquiera de hacer justicia a sus propios subordinados, muchos menos los panistas están interesados en garantizar la seguridad de las mujeres en la ciudad. Triste, reprobable y patético. Lo bueno es que ya se van y lo harán con la cola entre las patas.

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