La carnicería interna del PAN a nivel nacional entre Marko Cortés, Javier Lozano y Felipe Calderón, por la debacle electoral del 2 de junio, agravó las heridas en el panismo de Puebla y reabrió viejos pactos acordados entre el partido blanquiazul y el priismo encabezado por Mario Marín Torres para evitar que se sumaran a la condena por el caso de tortura de Lydia Cacho Ribeiro.
Fue el coordinador del grupo legislativo del partido en el Congreso de Puebla, Rafael Micalco Méndez, quien reavivó la discusión en torno a los pactos oscuros que firmaran en su momento el PAN y el gobernador que enfrentaba la embestida jurídica y mediática por la aprobación de sus cuentas públicas y la tortura en contra de la periodista que desenmascaró la red de pederastia y pornografía infantil.
En medio de la discusión por la renovación de la dirigencia nacional del partido tras los comicios de este año, Felipe Calderón Hinojosa, expresidente de la República, reclamó que los resultados electorales fueron producto de la cerrazón al interior del panismo que lideró Marko Cortés Mendoza y que derivó en que solo su grupo político se viera beneficiado en candidaturas.
Ante esto, Rafael Micalco reviró a las palabras del exmandatario federal al señalar que él pactó con el gobernador Mario Marín para evitar que el partido en Puebla fuera crítico contra su gobierno después del caso de tortura a Lydia Cacho.
Para ello, Felipe Calderón le habría solicitado apoyar al mandatario estatal con la aprobación de sus cuentas públicas en 2007 y 2008, para lo cual habría intervenido el entonces secretario de Gobernación federal, Francisco Javier Ramírez Acuña.
Incluso, el presidente emanado del PAN habría pactado con el priista Enrique Peña Nieto para que la candidata de Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, perdiera la elección presidencial en 2012.
“En 2012 pactaste con Peña y entregaste a Josefina y al PAN @FelipeCalderon, en 2007 pactaste con Mario Marín el caso de Lidia cacho y dejaste al @PANPuebla a su suerte, a través de tu SrioGob me pediste votar a favor de las cuentas (públicas) de Marín y te mandamos al diablo, no tienes cara”, reprochó el líder de la bancada panista en el Congreso local a través de sus redes sociales.
Sin embargo, al ser cuestionado en la entrevista sobre sus declaraciones en contra del expresidente de México, el diputado local minimizó los comentarios que hizo del dirigente nacional del partido al señalar que ya no son válidos por no ser militante de Acción Nacional.
Aunque calificó su administración como una de las mejores en los últimos años en el país, dijo que el expresidente Felipe Calderón ya no tiene cabida en el PAN, debido a que solo se busca generar discordia en el interior del partido tras los resultados de la elección.
“Felipe Calderón no es panista, no es militante ¿cuál división? Sí, fue presidente de México y yo creo que de los mejores presidentes en cuanto a gobierno, pero ya de ahí a quererse meter y ordenar al partido eso lo hace el PRI y nosotros no, esa es la diferencia. Hoy Felipe Calderón no es militante, entonces no hay ninguna división porque solo es un ciudadano”, aseveró.
El 26 de julio de 2006, ya con Felipe Calderón como presidente electo y con el triunfo impugnado en tribunales, la bancada del PAN en el Congreso de Puebla se abstuvo de votar la cuenta pública 2005 del primer año de la administración de Mario Marín, cuando ya había explotado el escándalo de Lydia Cacho.
Durante los años posteriores del gobierno de Mario Marín la bancada del PAN votó en contra de la aprobación de las cuentas públicas del mandatario estatal, aunque éste contaba con la mayoría en el Congreso del Estado para asegurar su aprobación.
Sin embargo, en 2011 —el último año del sexenio de Felipe Calderón—, al inicio de la LVIII Legislatura del Congreso local, con mayoría de legisladores cercanos a Rafael Moreno Valle y Eduardo Rivera Pérez, los diputados aprobaron la última cuenta pública del gobernador Mario Marín por mayoría de votos. El presidente de la Comisión Inspectora de la Auditoría Superior del Estado era Mario Riestra Piña, en ese entonces cercano tanto al gobernador como al presidente municipal panista.