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jueves, noviembre 21, 2024

El largo adiós de Paul Auster

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No suelo redactar obituarios, me siento como Pereira, el personaje de Tabucchi. Sin embargo, me duele enormemente la partida de Paul Auster, a pesar de que sabía de su larga batalla contra el cáncer de pulmón.  Uno no quiere que se mueran quieren más quiere. En el caso de Auster, además de conocerlo en el Hay Festival, hay una larga relación de lector y de autor que busca en los entresijos de su “factor” (en el sentido que le da Alan Pauls al término en el “factor” Borges), de lo que lo hace único.

Con profundo pesar, lo veremos los próximos días, el mundo literario lamentará la pérdida de Paul Auster, el célebre escritor estadounidense cuya pluma única y narrativa cautivadora lo convirtieron en un gigante de la literatura contemporánea. Auster falleció a los 75 años en su hogar en Nueva York, dejando tras de sí un legado literario imborrable.

Nacido el 3 de febrero de 1947 en Newark, Nueva Jersey, Auster forjó su camino hacia la inmortalidad literaria con su primera novela, “La trilogía de Nueva York”, que estableció las bases de su estilo distintivo y su enfoque profundo de la condición humana. A lo largo de los años, Auster continuó deleitando a lectores de todo el mundo con una serie de obras aclamadas, entre las que se destacan “El palacio de la luna”, “La música del azar” y “El libro de las ilusiones”.

Paul Auster, más que un escritor, fue un maestro en el arte de la metaficción, esa capacidad de jugar con la realidad y la ficción dentro de sus propias obras. En su universo literario, los límites entre el autor, el narrador y los personajes se difuminan, creando una experiencia única para el lector que lo sumerge en un laberinto de significados y posibilidades.

Uno de los ejemplos más destacados de esta característica en su obra es la “Trilogía de Nueva York”, compuesta por las novelas “La ciudad de cristal”, “Fantasmas” y “La habitación cerrada”. En esta trilogía, Auster no solo subvierte las convenciones del género negro, sino que también juega con la identidad y el lenguaje de una manera que desafía las expectativas del lector.

En sus novelas, los personajes suelen ser escritores, detectives aficionados o personas comunes que se ven envueltas en situaciones extrañas y misteriosas. A través de sus experiencias, Auster examina temas profundos como la identidad, la soledad, el azar y el destino, siempre con un trasfondo de la vida en la ciudad de Nueva York, que se convierte en un personaje más en sus historias.

Además de su trabajo como novelista, Auster también incursionó en el mundo del cine, tanto como guionista como director. Sus películas, como “Lulu on the Bridge” y “The InnerLife of Martin Frost”, reflejan su estilo literario único, explorando temas existenciales y metafísicos de una manera que solo él podía lograr.

En Hollywood, Auster también dejó su huella, trabajando en guiones para películas como “Smoke” y “Blue in the Face“, que capturan la esencia de la vida en la ciudad de Nueva York a través de historias entrelazadas y personajes memorables.

La obra de Paul Auster es un testamento a su genio creativo y su habilidad para desafiar las convenciones literarias y cinematográficas. Su legado perdurará como una inspiración para futuras generaciones de escritores y cineastas que buscan explorar las profundidades de la experiencia humana a través de la ficción.

En el ámbito hispanohablante, la obra de Auster fue introducida gracias a la visión y el empeño de Jorge Herralde, su editor en España, quien reconoció la grandeza del autor y lo presentó al público de habla hispana a través de la editorial Anagrama. Más tarde, Seix Barral continuaría llevando las obras de Auster a los lectores de habla hispana, asegurando que su legado trascendiera fronteras lingüísticas. Baumgarten, la última novela (que leí en inglés el día que salió, sin dormir toda una noche), me hizo llorar, casi berrear. Algo que no me pasa seguido con una novela.

Auster fue galardonado con numerosos premios a lo largo de su carrera, incluido el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006, en reconocimiento a su destacada contribución a la literatura mundial. Su estilo narrativo único, su profunda exploración de temas universales y su habilidad para mezclar la realidad y la ficción lo convierten en un autor inolvidable cuyo impacto perdurará en la literatura por generaciones.

La partida de Paul Auster deja un vacío en el mundo de las letras, pero su obra perdurará como un monumento a su genio creativo y su profunda comprensión de la complejidad de la vida humana. Su legado vive en sus libros, que seguirán inspirando e impactando a lectores en todo el mundo.

Como lector y admirador de la obra de Auster, siento la pérdida de un maestro cuya prosa me ha cautivado y cuyas historias han dejado una marca indeleble en mi propia escritura. Su habilidad para explorar las profundidades de la psique humana y su capacidad para crear mundos literarios fascinantes me lo revelaron, muy joven, como un autor único en su género, hoy irremplazable

Descansa en paz, Paul. Tu legado perdurará por siempre en la memoria de aquellos que tuvimos el privilegio de conocerte a través de tus libros, o en persona, siempre generoso y humilde, con un humor negro brutal. Mis condolencias para Siri y para Sophie. Larga vida a tus historias. Mi abrazo para su agente en español, mi amigo Willie Schavelzon, quien también por un tiempo acompañó mis devaneos literarios y a quien extraño mucho.

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