Se avecina el Día Internacional del Libro, también llamado del derecho de autor, será el 23 de abril.
Hay que celebrarlo a todo lo que da, ya que cuando nos alcanzó la tecnología vía redes sociales, plataformas, es decir, las vías digitales, etc., se auguraba que, con la publicación de libros electrónicos, los impresos tenderían a desaparecer. Craso error. Sí sucedió en el caso de los diarios —cuando menos en Xicotepec— dejaron de circular y solamente se llegan a mirar unos cinco u ocho ejemplares en una de las aceras del centro histórico. Afortunadamente, hablando de los libros, lejos de venderse los ejemplares y con la promoción en varios niveles y me detengo justamente para hablar de las ferias de los libros, han coadyuvado para que estos se adquieran con mayor frecuencia. Un libro bajo el brazo siempre será un cómplice y aliado para viajar, transportarse y mejorar noblemente el acervo cultural de niños, jóvenes y adultos.
Las ferias de los libros las organizan a través de asociaciones civiles, de editoriales particulares y en algunos casos se involucra la autoridad local o los entes culturales pertenecientes a dichas estructuras.
En Xicotepec se ha puesto una feria justo en el centro histórico, ha tomado connotación debido a que se han sumado a esta tarea los integrantes del Taller Literario de Xicotepec, varios en su participación están leyendo obras de su creación, otros evocando a los grandes autores clásicos. Su aporte, sin duda, viene a revitalizar la propuesta de adquirir libros y mejorar no solo la dicción, sino el profundo conocimiento tan necesario en estos tiempos del Facebook y WhatsApp, que dicho sea de paso en lugar de mejorar la escritura, la deforma horriblemente.
No es para espantarse, pero es necesario señalarlo.
Los talleres literarios, como lo ha apuntado recientemente la escritora Beatriz Meyer en las páginas de Hipócrita Lector, al paso del tiempo han sufrido severos cambios y de ellos —si es que existen— han transitado a lo virtual y a un trabajo que deja mucho qué desear; aquellos que se sostienen, como es el citado, tienen una constancia de más de 22 años que ayuda a la mejora de los textos, el aprendizaje de los miembros hablando del de Xicotepec, los han traducido en cinco antologías de cuento y poesía y una plaquette por cada uno de ellos. A riesgo de parecer repetitivo han logrado dejar huella en la sociedad xicotepequense y en los espacios culturales que se puede asegurar en la región norte del estado de Puebla. Por todo ello, vale la pena acercarse a los distintos expendios de libros que tienen títulos infantiles, juveniles, novelas, históricos, de humor y un largo etcétera.
Se ha sumado la autoridad municipal otorgándoles el uso del suelo de manera gratuita por 15 días, ocupando el zócalo del lugar. Vayamos pues a la feria del libro de Xicotepec.
