El doble coscorrón a Augusta

La dirigente estatal del PAN, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, sufrió un doble revés en su carrera política: Su bancada en el Congreso del Estado se erosionó para caer a la tercera fuerza y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó la sanción de 5.4 millones de pesos por el mal manejo de las prerrogativas del partido en el ejercicio fiscal 2022. El primer caso es producto del sectarismo con que actúa la actual dirigencia estatal que en realidad al único que le rinde cuentas es a Eduardo Rivera Pérez, el malogrado candidato de la coalición “Mejor Rumbo para Puebla”. Tanto el exalcalde, como Augusta Valentina pensaron que la persecución que iniciaron en contra de Eduardo Alcántara Montiel, principal crítico de la Organización Nacional del Yunque, la dirigencia estatal y el Ayuntamiento de Puebla, les iba a salir muy barata, pues siempre han creído que pueden hacer lo que quieren. La realidad es que Alcántara les abrió un boquete mortal en la bancada en el Congreso: Primero se fueron Guadalupe Leal Rodríguez y él, pero ayer nos enteramos de la renuncia de Erika Valencia Ávila y Lizette Minto García. La fracción quedó reducida a cinco integrantes y se convirtió en la tercera fuerza política. Respecto a la sanción del Tribunal, es irónico que Augusta Valentina haya intentado defenestrar a su antecesora, Genoveva Huerta Villegas, armando un expediente hechizo de malos manejos financieros a pesar de que el Instituto Nacional Electoral ya los había auditado y aprobado. Ahora la realidad alcanzó a la panista y lo peor es que entre las irregularidades detectadas, que en total suman 10.4 millones de pesos, se encuentra el capricho de remodelar las oficinas del Comité Directivo Estatal, en donde se incluyó la construcción de un estacionamiento en el que aparca su lujosa camioneta que compró con el dinero del partido. Otro caso escandaloso que permite ver un manejo discrecional y torcido de la nómina del CDE del PAN fue un monto de 4.4 millones de pesos que corresponden al timbrado extemporáneo de 340 CFDI por concepto de sueldos, salarios; así como pagos duplicados de remuneraciones y aguinaldos. ¿Y así quieren manejar el dinero de las arcas estatales?