Víctor Manuel Carreto Pacheco, hijo del sempiterno líder del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (Suterm), en un nuevo intento por mantener el coto de poder dentro del gremio de electricistas, acudió a los medios de comunicación para acusar un presunto acoso y venta de plazas por parte de Víctor Fuentes del Villar, secretario general del sindicato.
Este domingo, Víctor Manuel Carreto Pacheco, hijo de Víctor Manuel Fernández y de Lara —excoordinador Regional Centro-Oriente del Suterm—, acusó que viven una crisis de robo de material, extorsión a los usuarios y una presunta persecución política en su contra.
La estocada, sin embargo, vino en respuesta a una problemática añeja que eclosionó en 2021, cuando la dirigencia nacional comenzó una limpia al interior del Suterm, en especial a la sección 92 de Puebla, luego de acusaciones contra la familia Carreto por realizar esquemas de intimidación, cacicazgo, nepotismo y corrupción.
ContraRéplica Puebla publicó reportajes que dan un panorama sobre la problemática al interior del Suterm, al denunciar que Victor Manuel Carreto Pacheco, era en realidad un aviador al que en cinco años nunca fue visto por la base trabajadora, además de que fueron realizadas asambleas fachadas para mantener a la familia Carreto con el control del sindicato de electricistas en Puebla.
RIVALIDAD EN EL SUTERM
Aun cuando la familia Carreto ha sido denunciada por generaciones por prácticas cuestionables, este domingo, Víctor Manuel Carreto Pacheco, secretario de Gestión Industrial del Suterm, acusó la presunta violación de sus derechos laborales por parte del dirigente nacional, Víctor Fuentes del Villar.
Según el agremiado, dentro del Suterm se privilegió a personal con menor tiempo otorgándoles la posibilidad de cubrir puestos de mayor rango, además, presuntamente fueron anulados el aguinaldo y los vales de despensa para personal jubilado.
“Ahora está viniendo gente de la calle, paga por la plaza e inmediatamente empiezan a tener trabajo, cuando hay compañeros sindicalizados que llevan entre ocho a 10 años esperando una oportunidad para lograr una plaza y eso es lo que está sucediendo”, acusó.
Carreto Pacheco aseguró que el líder nacional logró la adquisición de un vehículo con costo de 153 mil dólares, así como la contratación de una menor de edad llamada Gabriela Sánchez Castillo, que presuntamente fue apresada tras su nombramiento.
El secretario de Gestión Industrial del Suterm se dijo víctima de “una persecución implacable” desde hace más de dos años en la División Centro-Oriente que comprende Puebla, Tlaxcala e Hidalgo”, ataques que dijo, son dirigidos desde la dirigencia nacional del sindicato a cargo de Víctor Fuentes del Villar.
“Fuentes del Villar decidió cortarnos la cabeza, ir contra nosotros, liderazgos históricos que venimos de la corriente más antigua, fundadora del propio sindicato que fue la tendencia democrática y; empezó a hacer reuniones clandestinas con los trabajadores utilizando incluso a criminales ya convictos por homicidio, violación, etcétera, a los cuales ellos fueron colocando para empezar a hacer una inercia”, aseguró.
TURBIO PASADO
El resurgimiento de Carreto Pacheco ocurrió como respuesta a una pugna al interior del Suterm en el que el clan fue acusado de medidas represivas contra la base trabajadora y, la dirigencia nacional, en respuesta, realizó una limpia para acabar con los cotos de poder de la familia.
Durante casi cinco décadas, Víctor Manuel Carreto Fernández y de Lara implementó un sistema de intimidación, cacicazgo y nepotismo en el Suterm, buscando mantener el poder y beneficiar a familiares y allegados a través de un patrón de dominio desde 1974, con el que Carreto logró reelegirse hasta en 23 ocasiones como secretario general de la sección 92 y bloqueando a opositores durante 29 años.
La estrategia de Carreto Fernández y de Lara, de acuerdo con ContraRéplica Puebla, incluyó asambleas falsas para simular respaldo, manipulando videos y recolectando firmas mediante engaños y amenazas, mientras que su hijo, Víctor Manuel Carreto Pacheco, fue destituido como secretario de Trabajo y acusado de ser un “aviador”.
La represión hacia los trabajadores, documentada durante 47 años, involucró prácticas como retirar vacaciones y préstamos, mantener familiares en puestos clave, usar la fuerza laboral para campañas políticas del PRI y amenazar a través de María Antonieta García Espinoza, secretaria del Interior.
El uso de asambleas ficticias y recolección de firmas fue una constante durante 47 años, lo que le permitió a Fernández y de Lara mantenerse en el poder y obtener beneficios económicos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), siendo una sola vez hace más de 10 años cuando un grupo logró desafiarlo, pero sin éxito.
El nepotismo en el sindicato llevó a la colocación de al menos seis familiares de Carreto en roles clave, incluso inventando cargos para delegar tareas y conflictos. Su hijo, Carreto Pacheco, fue beneficiado con el cargo de secretario de Trabajo.
El escándalo se extendió hasta otro de los familiares: Carlos Carreto Zafra, exadministrador del Centro Deportivo Electra y primo de Víctor Manuel Carreto, quien fue protagonista de un escándalo sexual al ser mostrado realizando tales prácticas con una empleada de la Comisión Federal de Electricidad en horas laborales dentro de las oficinas del Suterm.
Adicionalmente, la información reveló que, en promedio, Víctor Manuel Fernández y de Lara recaudó 3.6 millones de pesos semestralmente de sus afiliados para el mantenimiento del Centro Deportivo Electra; sin embargo, los trabajadores desconocían cómo se utilizaba ese dinero, pues el club no había experimentado mejoras desde su inauguración hace más de 25 años.
Exempleados del Suterm afirmaron que las cuotas podrían haberse utilizado para financiar campañas políticas del PRI, partido al que pertenece Víctor Manuel Carreto Pacheco, hijo del líder del sindicato.