¿Quién mueve los hilos para que gerentes de cámaras empresariales, diputados locales y federales, así como un puñado de riquillos poblanos se monten en el conflicto de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) para golpear a la administración de Miguel Barbosa Huerta? Todos los caminos conducen a Herberto Rodríguez Regordosa, funcionario de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), presidente de la Fundación de Empresarios por Puebla e hijo de dos pilares de la ultraderecha poblana: Herberto Rodríguez Concha y Nineta Regordosa Valenciana, ambos patronos de la UPAEP y beneficiarios de la Junta de Mejoramiento Cívico, Moral y Material de Puebla. El análisis que se tiene sobre el comportamiento de dicho sujeto radica en un vil asunto de codicia. El objetivo estaría centrado en que la familia Rodríguez Regordosa extienda sus tentáculos a la Udlap y ensanche su riqueza. De paso, pretende aglutinar a la mayor cantidad de agentes políticos y sociales ligados al PAN que les permita controlar a ese partido y, por consiguiente, la designación de candidatos. Pese a su influencia, los Rodríguez Regordosa no atraviesan por una buena racha. Pablo Rodríguez y su esposa Mónica Rodríguez Della Vecchia se convirtieron en adversarios de Eduardo Rivera Pérez y perdieron en la elección del nuevo Comité Directivo Estatal. Ese tropezón los dejó sin el cobijo político necesario. Así pues, Herberto surgió como la cabeza del clan y fraguó una estrategia para ungirse como opositores al gobierno del estado y al alcalde de Puebla a fin de sumar a su seno a las diferentes corrientes que nomás no soportan a la 4T, entre ellos los gerentes de la iniciativa privada enquistados en el Consejo Coordinador Empresarial, legisladores y sectores sociales. Por eso no es extraña la cruzada emprendida por la diputada local Mónica Rodríguez lucrando con el tema de la Udlap. Cómo no va a ser una de las más interesadas si ahí se está definiendo el destino de la familia. La revuelta -que nunca tuvo una verdadera socialización y los que salían a marchar estaban constituidos por amigos del clan de riquillos y padres de familia despistados- ha sido muy bien estudiada por el epicentro del poder y todo quedará claro con el tiempo.
Claves de la Udlap
El conflicto derivado del desfalco de 720 millones de dólares de la Fundación Mary Street Jenkins y que terminó por impactar a la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) ha tomado un giro muy interesante. Así como están las cosas, la familia Jenkins de Landa se encuentran en la lona por dos cosas: 1) Si bien se quedaron con el patronato de la Fundación Udlap y pusieron a la rectora Cecilia Anaya, ahora están obligados a prestar los servicios que necesita la institución, pero lo tendrán que hacer con las cuentas congeladas. En otras palabras, tendrán que sacar de su bolsa para soportar la carga financiera de la institución. 2) El campus de la Udlap forma parte del patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins y el representante legal de la misma es Rodrigo Gurza Cárdenas, el responsable de encontrar el millonario desfalco del clan, el exrector Luis Ernesto Derbez, el abogado Virgilio Rincón Salas y los empleados del exsecretario de Relaciones Exteriores. Esa fue la razón para que Gurza se presentara ante el jueza de control para demandarle que las actividades de la institución se reanuden lo pronto posible. Ahora la pelota está en la cancha de los Jenkins de Landa y doña Ceci.