El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla exhibió una vez más al Ayuntamiento de Puebla, encabezado por Eduardo Rivera Pérez, por su falta de planeación y violaciones a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Para confirmarlo, suspendió las obras de rehabilitación vial que se realizaban en el cruce de las calles 2 Oriente y 2 Norte, en el corazón del Centro Histórico.
Contrario a lo que se esperaba, las autoridades municipales se deslindaron de cualquier irregularidad. El secretario de Movilidad e Infraestructura, Edgar Vélez Tirado, rechazó algún daño al patrimonio municipal, pero lo hizo a través de una atropellada explicación del por qué la Comuna llevó a cabo trabajos en este polígono del Centro Histórico.
“Vamos a seguir trabajando de manera coordinada como lo hemos hecho con todas las obras del Centro Histórico, tanto de calles como de espacio público. No es un daño al patrimonio, el mismo director lo sabe (del INAH), es la sustitución de la carpeta actual que es de laja”, declaró.
El burócrata señaló que la carpeta en cuestión estaba elaborada con laja, lo que había ocasionado varios procesos de mantenimiento para su sustitución, mientras que la actual intervención, que implica reemplazar las lajas por concreto hidráulico, supuestamente ya había sido discutida previamente con el INAH.
SUSPENSIÓN DE TRABAJOS
Pese a su declaración, el Instituto suspendió previamente los trabajos mediante un sello oficial, respaldado por los artículos 1, 2, 3, 5, 12, 19, 32, 38, 39, 41, 42, 43 y 44 de la mencionada ley, lo que generó incertidumbre momentánea sobre el destino del proyecto de renivelación de banquetas que se llevaba a cabo en dicho polígono.
Aunque no se especificó el motivo concreto de la suspensión, de acuerdo con los artículos 12 y 32 de dicha Ley federal que fue violada, el problema pudo tratarse de la falta de permisos o sustracción de materiales arqueológicos, como se expresa a continuación:
“Las obras de restauración y conservación en bienes inmuebles declarados monumentos, que se ejecuten sin la autorización o permiso correspondiente, o que violen los otorgados, serán suspendidas por disposición del Instituto competente, y en su caso, se procederá a su demolición por el interesado o por el Instituto, así como a su restauración o reconstrucción”, precisa el artículo 12.
Lo anterior se refuerza en el artículo 32: “El Instituto Nacional de Antropología e Historia suspenderá los trabajos que se ejecuten en monumentos arqueológicos sin autorización, que violen la concedida o en los que haya sustracción de materiales arqueológicos. En su caso, procederá a la ocupación del lugar, a la revocación de la autorización y a la aplicación de las sanciones correspondientes”.
Luego del apercibimiento que realizó el INAH, por la tarde de este miércoles, nuevamente personal del Ayuntamiento reanudó los trabajos en el cuadrante, al menos al cierre de esta edición, sin brindar una respuesta sobre si las observaciones en la obra habían sido subsanadas.