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viernes, noviembre 22, 2024

La derrota del PAN

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El Convenio de Coalición del Frente Amplio por México que se inscribió ante el Instituto Nacional Electoral representa el alto costo que el PAN tuvo que pagar por la candidatura a la gubernatura de Puebla y el fracaso de las dirigencias nacional y estatal para poner un freno a sus aliados en sus ambiciones. El mejor ejemplo es el reparto de las candidaturas a las diputaciones federales que evidencia dos cosas: 1) El PRI, el partido con el rechazo ciudadano más grande en todo México, será el que postule a más abanderados en la entidad, incluso en zonas donde Acción Nacional tiene una base sólida como es Huauchinango o Teziutlán 2) El PRD, que no puede siquiera garantizar su registro como partido político nacional, tendrá ¡cuatro candidaturas! ¿Cómo es que se le puede dar tanto a un partido que no vale nada? Nadie lo sabe, pero tres de los espacios cedidos al sol azteca tienen una fuerte presencia azul: San Martín Texmelucan, Tepeaca y Ajalpan. El distrito restante, Ciudad Serdán, es bastión priista. Una vez que se conoció la repartición, el enojo no se dejó esperar al interior del PAN, cuyos militantes comenzaron a circular comentarios como “ahora resulta que es más importante la carga (el PRD) que la competitividad”. El PRD terminó por convertirse en un cadáver del que no se sabe qué hacer y, como todo muerto, a los tres días apesta y es un peligro de infección. Hoy, el PRD es una pesada carga que poco aporta y pide mucho, pero los más tontos son aquellos que le dan lo que no se merece. Ahora bien, la lógica indica que aún faltan por definir las diputaciones locales y presidencias municipales, pero ahí hay otra trampa que jugará en contra de Acción Nacional. Aunque dicho partido se quede con las candidaturas de cabeceras de distrito y diputaciones locales, terminarán haciéndole la chamba al PRI y al PRD para que ganen a nivel federal. ¿Quién iba a decir que el PAN terminaría trabajando para el PRI y Alejandro Cárdenas Moreno, alias Alito? Insistimos: Todo esto también es consecuencia de la decisión de que la gubernatura de Puebla recayera en Eduardo Rivera Pérez, ¡un aspirante que tuvo que ser obligado a aceptar la nominación! El PAN tuvo que pagar muy caro por un candidato dubitativo y sectario que tampoco garantiza que gane la elección de 2024. El mundo está al revés, pero solo significa que el PAN ha sido derrotado antes de que lleguen a las urnas. Al tiempo.  

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