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domingo, noviembre 24, 2024

5 de Mayo, una jugosa veta para los aspirantes

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Ni el calor ni la clásica promoción electoral de políticos disminuyó la efervescencia de los poblanos que, como lo hacen cada año, se postraron a la orilla del bulevar 5 de Mayo para celebrar el desfile conmemorativo al 161 aniversario de la Batalla de Puebla. 

El día de fiesta para Puebla, como lo hacía antes de los tiempos del Covid-19, lució de nuevo en su máxima expresión, sin cubrebocas, sin mascarillas, y sin sana distancia de por medio, sin el miedo del contagio a la pandemia que hoy fue declarada como concluida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).  

Como pasaba en años pasados, los poblanos esperaron desde las primeras horas de la mañana para apartar un lugar al pie de la principal vialidad de la ciudad, ya sea lugares de pie o en uno de los asientos en gradas que se colocaron días antes. 

Pero con el regreso de la normalidad regresan las prácticas de antes en las que algunos interesados en sacar alguna ganancia de cualquier situación rentaban los espacios, con precios desde los 50 hasta los 150 pesos. 

Algunos viendo en esta celebración una oportunidad de hacer negocio, apostaron por colocar un puesto ambulante para vender alguna protección contra el sol. Los sombreros y las viseras fueron las principales opciones, con precios desde los 20 hasta los 100 pesos que muchos terminaron comprando, aunque para usarlo una sola vez. 

Para los que llegaron desde temprano la espera se hizo más larga de lo habitual, pues si no corrían con la suerte de esperar bajo la sombra de un árbol tenían que soportar los rayos de sol que rondaba los 30 grados de temperatura. 

La alta temperatura de la ciudad fue el pretexto perfecto para que los políticos que tienen interés en ser candidatos en la elección del próximo año pusieran promocionarse entre los poblanos con sombras, gorras y viseras para protegerse de la intensa ola de calor. 

Los simpatizantes de los secretarios de Gobernación federal y estatal, Adán Augusto López Hernández y Julio Miguel Huerta Gómez, optaron por la tradicional estrategia de repartir sómbralas y gorras de forma gratuita, ambos con su sello distintivo de #AhoraEsAdánAugusto y #JulioHuertaVaPorPuebla visibles en los accesorios. 

Otros como el senador Alejandro Armenta Mier optaron por opciones más ecológicas y económicas como las viseras armables de cartón, que por supuesto llevaban su nombre, el eslogan “Yo amo Armenta” y enlace de su página de internet. 

Algunos de los asistentes, orillados por la insoportable embestida del calor, tomaron las sombrillas y gorras sin reparo para evitar algún golpe de calor; otros se negaron a caer en actos de promoción y prefieren mantenerse hidratados con botellas de agua, refrescos, bolis, jugos o fruta que comerciantes aprovecharon para salir a vender a un costado del desfile. 

Pero a pesar del incesante calor que azotaba las calles, la efervescencia de la fiesta poblana no bajó en ningún momento de intensidad cuando comenzaron a pasar los contingentes militares de la Escuela Naval Militar, Escuela Médico Naval, Armada de México, Marina, Guardia Nacional, Academia de la Policía, y el Bachillerato de seguridad ciudadana. 

Los poblanos pasaron del respeto a la emoción desbordada cuando los miles de estudiantes comenzaron a desfilar con carros alegóricos emblemáticos de distintos momentos de la historia de Puebla. 

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