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viernes, noviembre 22, 2024

Organizaciones antidemocráticas salen a defender al INE en Puebla

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Organizaciones civiles que están en contra de las minorías, organismos empresariales que no han celebrado procesos democráticos y partidos políticos que han incurrido en fraudes electorales salieron a las calles para “defender” la permanencia del Instituto Nacional Electoral (INE) como se encuentra actualmente.

Entre 5 y 10 mil personas asistieron a la marcha realizada en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla para expresarse en favor del órgano electoral nacional y también desahogar su descontento con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La marcha, en su mayoría, fue protagonizada por activistas e integrantes de organizaciones como el Frente nacional por la Familia, Frente Nacional Ciudadano (FRENAA), Sí Por México Unid@s Capítulo Puebla, representantes de cámaras empresariales como la Red Mexicana de Franquicias y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), así como del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Durante la marcha se escucharon entre gritos frases como “El INE no se toca”, “Respeto total al árbitro electoral” y “Con el INE no”. Así los presentes manifestaron su rechazo a la iniciativa del presidente López Obrador en materia electoral, mientras portaban cartulinas y banderas de México que agitaban mientras cantaban el Himno Nacional.

 

DISCURSO INCONGRUENTE

Al llegar al zócalo de la ciudad de Puebla, punto en el que finalizó la marcha, los voceros arremetieron en contra de los proyectos del presidente de la República, como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, a los cuales acusaron de resultar sumamente costosos y generar un daño ambiental, además de que criticaron la postura de Morena al considerar que va en contra de la democracia que permitió la alternancia de partidos políticos en el país. Sin embargo, sus discursos se contradicen, pues su actuar histórico ha sido todo menos democrático y respetuoso de las minorías.

Un ejemplo claro es el PRI, el partido hegemónico por más de 70 años. Dejó de ser el único en el poder en el 2000, y por el fraude electoral que cometieron en la elección de 1988, en la que una “caída del sistema electoral” que coordinaba el secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, le quitó el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y se lo concedió a Carlos Salinas de Gortari.

El PAN, por su lado, arrastra en Puebla la imagen de ser un partido autoritario que no permitió la libertad de expresión y de la democracia, pues alrededor de 10 años se instauró el control del morenovallismo, liderado por Rafael Moreno Valle, quien reprimió toda libertad.

Pero a la salida del morenovallismo, el Yunque, grupo de ultraderecha conservador se apoderó del partido y con él controló el poder dentro del instituto político y de municipios, siendo su principal bastión el Ayuntamiento de Puebla, donde decenas de funcionarios salieron a marchar.

Pero no solo en los partidos políticos se encuentran las contradicciones, pues en las organizaciones también imperan estos grupos incongruentes.

Por ejemplo, el Frente Nacional por la Familia pidió no ser ignorado en la defensa del INE, pero ha minimizado las voces de las colectivas feministas que buscan la despenalización del aborto.

Mientras que la Red Mexicana de Franquicias y el CCE, quienes pidieron mantener la democracia en el país, no cambian su Consejo Directivo desde hace 25 años; solo rotan a sus dirigentes.

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