Vaya que el alcalde de Puebla cada día nos da muestras de sufrir un desorden jurídico de personalidad. Sus hechos son más que contundentes. Ayer, por ejemplo, nos enteramos que mandó a clausurar las obras de remodelación del emblemático Hotel Royalty, el cual está siendo habilitado para su reinaguración tras el cierre temporal por la crisis económica que dejó la pandemia. A las pocas horas se supo que el motivo de la sanción fue porque los trabajadores de construcción no tenían el equipo de protección necesaria para laborar. Bajo esa encomienda, los sellos de clausura fueron colocados sin que mediara explicación. Como era de esperarse, el gremio hotelero enfureció ante la drástica medida. ¿En verdad la falta de equipo valió para frenar los trabajos de una obra que generará derrama económica a la ciudad? El desorden jurídico de personalidad cobra sentido al echar un vistazo a la colonia El Mirador. Allí, se encuentra un inmueble que se construyó sin ningún permiso municipal. Una investigación del reportero Álvaro Ramírez Velasco dio cuenta que, en el edificio de cuatro pisos, cuyo costo asciende a unos 40 millones de pesos, se encuentran las oficinas de Diario Cambio, cuyo director general se encuentra preso en el penal de Tepexi por extorsión y uso de recursos de procedencia ilícita. Uno de esos pisos es la sede de las oficinas de Ignacio Mier Velazco, coordinador de Morena en San Lázaro y quien es socio con el 34 por ciento de las acciones de Multisistemas de Noticia Cambio, razón social del rotativo. Esa empresa forma parte de la investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera por el lavado y evasión fiscal de 427 millones de pesos. ¿Sabe qué hizo el alcalde cuando se enteró de la situación del inmueble? Nada. Ni lo clausuró, ni realizó algún apercibimiento y mucho menos inició algún procedimiento para llevar a cabo su demolición. ¡Ah, pero eso sí, fiel a su costumbre, Eduardo Rivera le echó la bolita a la Fiscalía General del Estado sobre el destino del inmueble! ¿Ahora entiende el desorden jurídico de personalidad?
Las pifias de la oposición
Con la novedad de que la presidenta estatal del PAN, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, pretende ampliar su influencia al convertirse en articulista. El ejercicio no tiene nada de malo, al contrario, es loable ante una clase política local ignorante e incapaz de hilar tres frases sin una muletilla o falta gramatical. El problema radica en otro aspecto. En el círculo rojo se sabe que la dirigente estatal llegó al cargo porque Eduardo Rivera Pérez decidió degradar su investidura para convertirse en el principal operador de la candidatura de Agusta y de un sujeto que dice llamarse Marcos Castro. El edil se metió de lleno a la contienda interna y logró imponerlos. Así pues, ni el sujeto que dice llamarse Marcos Castro ni Augusta se mandan solos. Su jefe es Eduardo Rivera y desde el Palacio Municipal les dictan las líneas a seguir. Por eso ahora que la dirigente anuncia que regresará a escribir artículos destaca que lo haga en el medio de comunicación que se ha caracterizado por sumar la mayor cantidad de pifias y fallidos ataques en contra del gobierno del estado, lo que les ha valido ser desmentidos todo el tiempo. ¿Eduardo Rivera autorizó a Augusta que se anotara en la lista de articulistas del medio enemigo del gobernador? ¿Acaso Valentina actuó por su propia vía a sabiendas que ese movimiento sería interpretado como una pésima señal ahora que las cosas no andan nada bien entre el mandatario estatal y el alcalde? ¿Qué mensaje pretenden enviar a Casa Aguayo: Por un lado, dicen que quieren construir y, por el otro, se alinean con los enemigos de la Cuarta Transformación? ¿Así pretenden sacar adelante acuerdos?
