En un duelo lleno de intensidad, emoción y orgullo, el Cruz Azul venció 2-1 al América en una nueva edición del Clásico Joven, disputado en el Estadio Olímpico Universitario, resultado que no solo le otorga tres puntos valiosos, sino que también representa un golpe anímico importante frente a su histórico rival.
El encuentro comenzó con ritmo vertiginoso y llegadas de ambos lados. El América tomó la ventaja al minuto 30, cuando Brian Rodríguez aprovechó un pase largo que rompió la línea defensiva cementera y definió con frialdad ante el arquero Kevin Mier.
Sin embargo, La Máquina reaccionó de inmediato. Apenas cinco minutos después, Uriel Antuna igualó el marcador con un potente disparo cruzado que dejó sin oportunidad al guardameta Luis Malagón. El tanto encendió a la afición celeste, que no dejó de alentar durante el resto del encuentro.
Ya en la segunda mitad, Cruz Azul mantuvo la presión y encontró su recompensa al minuto 72, cuando Ángel Sepúlveda marcó el gol del triunfo tras una jugada colectiva que exhibió la solidez ofensiva del equipo dirigido por Martín Anselmi.
El América intentó reaccionar en los minutos finales, pero se topó con una defensa bien plantada y un arquero cementero que respondió con seguridad. Con esta victoria, Cruz Azul escala posiciones en la tabla general y reafirma su buen momento futbolístico, mientras que el conjunto azulcrema sufre un duro revés en su lucha por el liderato.
El triunfo deja un mensaje claro: La Máquina volvió a pitar fuerte en el Clásico Joven y recupera la confianza de su afición rumbo a la recta final del torneo.
