19.2 C
Puebla
miércoles, septiembre 24, 2025

Ciencia y poesía Objeto indestructible

Carmen Leñero

 

Dosis

Al futuro no le hace mella

que lo ignoremos.

Lirin liran,

la muerte acecha.

El pesimismo “cura en salud”

pero hacer mutar los virus.

Perspicaz naturaleza:

aguarda irónica su turno.

Cruza el mundo en su extensión

un niño mirando al suelo.

Si vencemos a la muerte,

la eternidad se acabó.

Perplejos, los animales

nos mirarán perecer.

Un instante de epifanía

te obnubila para siempre.

Nunca son “las mismas gotas”

en la lengua del enfermo.

Paralítica y divina se pasmó,

a medio techo una lagartija.

Paradoja

Un bostezo se contagia

por inercia del vacío.

El tallo abatido del geranio

persiste en su promesa.

La rosa-gato que cultivaba

consumió sus siete vidas.

Abrió como pétalos las manos

y su bondad se marchitó.

Angustiada besó mi boca

mi gemela en un mundo alterno.

No hibernar, como los osos,

lesionó mi corazón.

Soy la última en la fila:

a mis espaldas, el aire fresco.

In extremis

Nunca supe desde qué extremo

acometer la escalera.

Por gravedad o por orgullo,

todo centro es peligroso.

Antes era saltar la cuerda.

Hoy es andar en un hilo.

Madurar es observar

que hay cosas que no se dicen.

Somos anónimos, por fin

cuando sufrimos.

Quien escribe una novela

se excede en su epitafio.

“Que no me duela”, le suplicamos.

Y la muerte nos cumple apenas.

 

Últimas noticias

Más leídas

Más artículos