🫦 UNA SEÑORA MUY MONA estalla ante un policía en la colonia Condesa, de la CDMX. ¿El motivo? La araña que el señor le puso a una llanta de su Mercedes Benz por estacionarse en lugar prohibido. La señora —actriz y modelo— se va de la lengua durante dos minutos, y su destino cambia. De tener una buena fama pública —o mediana—, pasa al infierno de las redes sociales que de escort no la bajan.
🦍 LA SEÑORA, PRIMERO, ofende al policía llamándole “negro”. Y luego le agrega otro adjetivo: “culero”. Viene el remate: “¡Por eso odio a los negros culeros como tú!”. El uniformado responde ya en franco tuteo: “¡Además eres racista!”. Ella, sin dejar de gritar, saca su ser políticamente correcto y acota: “Negros está bien, ¡pero culeros, los odio!”.
🐷 AH, YA ENTENDIMOS: La señora admite que no es tan malo ser negro. Incluso no sólo no es malo, sino que está bien. Lo malo es ser negro y culero a la vez. La mezcla agota. Su acotación se viene abajo cuando también le grita “naco”. O sea: en cosa de un minuto, el policía pasó de ser un simple “negro culero” a ser un “negro culero naco”. Y luego aparece el hijo llamándole “indio”. ¡El caos!
🥊 JULIO CÉSAR CHÁVEZ HIJO es una víctima eterna. Nació con el nombre de un papá famoso. Eso implica que en la escuela le exigían que golpeara al más osado a la hora del recreo. Es decir: que demostrara que se llama Julio César Chávez. Luego vino la difícil vida social. La clase de amigos que llevaron a la miseria al Púas Olivares se reproducen como conejos: están siempre detrás de un boxeador famoso para llevárselo a las cantinas. “Unas putas, unos pomos y un jacuzzi, ¿no?”, es la frase de rigor. Y así se van perdiendo las nuevas generaciones.
🧌 AHÍ ESTÁ EL CASO DEL PÚAS: de ganar millones de dólares, no le quedaron más que los cinturones de campeón mundial. Se le ha visto en La Lagunilla tratando de venderlos. También busca vender sus funerales a alguna televisora, cuando llegue el día en que el Eterno lo recoja. Vive en la modesta colonia Impulsora, a sus 78 años de edad, cerca del barrio donde nació: Bondojito. Todo el dinero lo perdió en la farra. ¿Y los amigos? Se esfumaron cuando se quedó pobre. Ufff. Complicado.