El pasado 3 de abril, Apple Inc. sufrió una de sus mayores caídas en valor de mercado, perdiendo aproximadamente 311 mil millones de dólares en capitalización bursátil tras el anuncio de nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. Las acciones de la compañía cayeron 9.3%, reduciendo su valoración de 3.36 billones a 3.05 billones de dólares.
Los nuevos aranceles afectan productos clave importados desde China, Taiwán, India y Vietnam, principales centros de manufactura de Apple. En particular, los dispositivos ensamblados en China enfrentarán un impuesto del 54%, lo que podría impactar seriamente los costos de producción y distribución.
Además de Apple, otras grandes tecnológicas como Amazon, Nvidia, Meta, Google, Microsoft y Tesla también sufrieron pérdidas, acumulando una disminución colectiva de más de 1 billón de dólares en el mercado. Los índices bursátiles reflejaron este golpe con caídas significativas: el Dow Jones perdió casi 1,700 puntos, el Nasdaq 1,050 puntos y el S&P 500 bajó 275 puntos.
Analistas advierten que estos aranceles podrían reducir las ganancias de Apple en un 25% para el año fiscal actual, afectando sus márgenes brutos en un 9%. La compañía ahora enfrenta la disyuntiva de absorber los costos o trasladarlos a los consumidores, lo que podría afectar la demanda de sus productos.
A pesar de los esfuerzos previos del CEO de Apple, Tim Cook, por mantener buenas relaciones con la administración de Trump —incluyendo un compromiso de inversión de 500 mil millones de dólares en EE.UU.—, la empresa no ha recibido exenciones arancelarias. Este golpe subraya la dependencia de Apple en su cadena de suministro en Asia y el reto que enfrenta para mantener su competitividad en el mercado global.
