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jueves, febrero 27, 2025

Infiltrados buscan desestabilizar a la BUAP: manipulan y engañan a estudiantes

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Detrás de los recientes acontecimientos en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se esconde una red de infiltrados que buscan desestabilizar la institución y manipular a los estudiantes con intereses ajenos a la vida universitaria.

Las protestas han sido impulsadas por personajes vinculados al exrector Alfonso Esparza. Entre ellos destacan Gustavo González María e Iván Ojeda, quienes buscan influir en la designación de consejeros universitarios para sus propios fines.

Uno de los casos más señalados es el de Gustavo González María, exdocente de la Facultad de Derecho, quien, a pesar de haber sido trasladado al campus Atlixco, continúa manipulando a alumnos de Criminología y Derecho. Su historial lo ha llevado a ser exhibido públicamente por acusaciones de acoso, lo que pone en entredicho sus verdaderas intenciones dentro del movimiento.

Otro personaje clave en la trama es Rodolfo Zepeda Memije, quien fungió como director de Enlace y Gobernanza durante la administración de Esparza y mantenía una estrecha relación con Isabel Hermoso, pareja sentimental del exrector. Su intervención en la actual movilización estudiantil evidencia la injerencia de actores externos con intereses ajenos a la universidad.

Sobre esta situación, la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, confirmó que detrás del movimiento hay intereses ocultos y señaló a los responsables:

“Quiero aclarar algo muy importante: detrás de este movimiento hay algunas manos que conocemos perfectamente. Son las mismas manos que filtran los ‘BUAP Leaks’ en las sesiones del Consejo Universitario, coincidentemente. A esas manos debería darles vergüenza decir que son universitarios. Honestamente, hay cosas que estamos haciendo bien como institución, y esas acciones tocan intereses económicos de otras personas. Por eso la respuesta de los ‘BUAP Leaks’, porque no es gratuito que entreguemos cuentas claras en las auditorías. Vamos a seguir trabajando con transparencia y no nos vamos a doblar, porque siempre he dicho que vamos juntos y juntos estaremos”.

Mientras estos actores intentan sembrar caos, la BUAP ha tomado decisiones responsables para garantizar la seguridad y la educación de sus estudiantes. A partir del 27 de febrero, las clases en las unidades académicas de la zona metropolitana se impartirán de manera virtual, mientras que las actividades administrativas se realizarán mediante plataformas digitales, salvaguardando así la estabilidad de la comunidad universitaria.

 

La institución rechaza cualquier intento de desestabilización y respalda a los estudiantes que buscan defender sus derechos sin manipulaciones externas. Es momento de cerrar filas contra aquellos que pretenden utilizar la universidad como campo de batalla para sus propios intereses.

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