La invitación del gobernador Alejandro Armenta Mier a su antecesor Sergio Salomón Céspedes Peregrina solo es la muestra evidente de que en Puebla soplan nuevos vientos sobre la forma de hacer política. Durante la inauguración del Distribuidor Vial Puebla -Tlaxcala, obra iniciada en la pasada gestión estatal, el mandatario estatal sostuvo enfático: “Quisieran vernos enfrentados a Sergio Salomón y a mí a causa de sus obras, pero solo hay reconocimiento”. ¿Cómo se traduce políticamente? Como una muestra de reconocimiento, generosidad y respaldo del gobernador hacia su antecesor, algo imposible de ver en un sexenio. La postura común de todo grupo político en Puebla había sido que, al llegar al poder, su primera encomienda era borrar cualquier rastro de los que se fueron, aniquilar todo lo que huela a ellos y cargar en su contra como estrategia para distraer la atención ciudadana de cualquier error que se llegara a cometer en el arranque de la gestión. Impensable que un gobernador entrante invitara a su antecesor a un acto público para reconocer su gestión y la obra emprendida. En la mezquindad del poder, esa ecuación era una afrenta. Pero hoy, no es así. Armenta Mier rompió el molde tradicional del ejercicio de poder para dar honor a quien honor merece y, en este caso, el indicado fue Sergio Salomón. “Quisieran vernos enfrentados”, la frase encierra un enigma para quien se niegue a entender que todo ha cambiado, que hay una nueva clase política surgida de la 4T y que los aliados son verdaderos. Este reconocimiento, doblado de generosidad y pundonor, eleva a Armenta y a Sergio Salomón a un estatus no visto y confirma que la mezquindad no tiene cabida porque eso terminaría por perjudicar a un solo ente: el estado de Puebla. Testigo del reconocimiento a Sergio Salomón fue la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, quien se sumó a las felicitaciones. Insistimos: En Puebla era imposible ver lo que ayer vimos y solo queda a un gran sabor de boca al comprobar que la clase política morenista local está a la altura de lo que su época les demanda. Vendrán nuevos retos, pero el gobernador Armenta ya lo definió muy bien: “solo hay reconocimiento”, lo que pone de manifiesto que aquellos que pretendan azuzar la división y el encono tendrán sus días contados en la cercanía del poder.