En esta ocasión empezamos de abajo hacia arriba (Nivel Operativo) en el análisis de la pirámide organizacional.
El Liderazgo puede aplicar en cualquiera de los tres niveles de la Triada Organizacional, todo depende de la evolución del concepto y la aparición de tecnologías más modernas respecto al ejercicio de la autoridad (Liderazgo, Coaching y Mentoring).
Partimos de la idea de que todo es cambio.
Todo ser vivo cambia y se mueve; el cambio constante es la esencia de la existencia. Se pudiera decir que el presente se convierte en pasado y que ambos determinan el futuro.
“Lo que hoy es, ya fue: lo que será, es hoy”.
“Nadie se baña en el mismo río dos veces”.
“…Porque somos como ríos cada instante nueva el agua…”.
“Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo…”.
“Lo único que realmente sabemos sobre la naturaleza humana es que cambia. El cambio es la única cualidad que se puede proclamar sobre ella. Los sistemas que fracasan son aquellos que depositan su confianza en la permanencia de la naturaleza humana y no en su crecimiento y desarrollo”.
El liderazgo ha evolucionado con base en el estudio a profundidad de la naturaleza humana y, sobre todo, del comportamiento del ser humano perteneciente a una masa.
En este sentido, el mismo concepto de cambio está representado, por antonomasia, con el clásico proceso de la Metamorfosis.
La metamorfosis de las mariposas es, probablemente, de las más conocidas y estudiadas por el ser humano, y en total comprende las siguientes etapas:
El huevo. La etapa inicial en la vida de una mariposa. El líder nace y se hace.
La oruga. Se alimenta frenéticamente hasta acumular en su cuerpo el tamaño y la energía justa para emprender el proceso de metamorfosis. Las circunstancias y el contexto desarrollan las cualidades del líder en potencia.
La crisálida. Una vez dentro del capullo, tejido por ellas mismas, las orugas pasan a ser crisálidas, y llevan una vida inmóvil que dura varias semanas. Durante ese tiempo, los tejidos de la oruga se modifican, disuelven y construyen, hasta adoptar la forma de un adulto completo. El líder termina de cimentar sus cualidades y las ejerce en sus ámbitos de competencia.
La mariposa adulta. Luego de romper la crisálida, la mariposa despliega sus alas recién nacidas y las deja secar y llenarse de hemolinfa. Mientras tanto, emerge por completo y, todavía colgando en su lugar, se prepara para el vuelo. Ya es un individuo adulto, listo para llevar una vida aérea, alimentándose del néctar de las flores y otros fluidos similares, y para reproducirse y volver a empezar el ciclo.
Lo mismo pasa con un dirigente: empieza siendo un Líder natural desde que se encuentra en el Nivel Operativo; pasa a ser un Coach, cuando tiene personal a su cargo; y termina su vida adulta siendo un Mentor, cuando prepara a su sucesor.
Un dirigente debe favorecer el cambio, no se trata de tolerarlo sino de estimularlo.
El líder produce deliberadamente una influencia en un grupo determinado, con la finalidad de alcanzar un conjunto de objetivos preestablecidos de carácter beneficioso, útiles para la satisfacción de las necesidades verdaderas del grupo.
El líder requiere de un conjunto de competencias por medio de las cuales dirige un grupo influyendo en su ambiente, con el propósito de lograr una realización voluntaria y más efectiva de los objetivos de una organización.
El líder cuenta con una sólida formación teórica, capaz de argumentar sus decisiones porque ha desarrollado una visión integral de la situación, aplicando la psicología y brindando todo su apoyo social.
El líder tiene un compromiso consigo mismo, porque el verdadero dirigente ejerce una influencia especial en las personas que lo rodean.
Algunos de los rasgos de los líderes son:
Tener Visión de cierto estado de situaciones futuras o sueños al cual es deseable aspirar.
La visión es una imagen clara de lo que el dirigente espera que realice o llegue a ser su grupo. Es ver por adelantado los resultados.
Tener Iniciativa tiene que ver con la proactividad (provocar que sucedan las cosas) y la creatividad (ser capaz de ver las cosas desde otra perspectiva y encontrar soluciones nuevas para los problemas cotidianos. La creatividad es una estrategia general que no se limita a las áreas artísticas, sino que puede ser aplicada en todos los campos del trabajo y de la vida).
Tener valor, es decir, estar dispuesto a asumir riesgos calculados en beneficio de la organización. La valentía es necesaria para tomar decisiones, incluso cuando no son populares o fáciles de tomar.
Los líderes valientes no temen desafiar las normas establecidas o enfrentarse a situaciones injustas. Están dispuestos a luchar por lo que creen que es justo y ético.
Tener capacidad comunicativa. Un líder es un comunicador por excelencia. Él, deberá transmitir la visión a sus seguidores y estimularlos para que venzan las dificultades que se presenten. Por esta razón, debe dominar las técnicas de comunicación verbal y escrita; así como utilizar variadas formas de expresión oral y corporal.
Poder comunicarse de manera efectiva por medio de la palabra y la escritura es, sin duda, uno de los rasgos más valiosos de los que dispone un dirigente. La comunicación es el medio que se utiliza para unir y dirigir al grupo.
La comunicación es efectiva cuando el destinatario comprende el significado del mensaje que ha recibido.
La existencia de múltiples impedimentos para la realización de una comunicación efectiva hace de ésta un arte y una ciencia al mismo tiempo.
Tener Carisma porque contagia entusiasmo por su actitud positiva; tiene una forma de ser que atrae a los demás por su magnetismo personal; tiene una personalidad seductora, alegre, amable (digno de ser amado); inspira confianza por su empatía y actitud biofílica (amor a la vida, según Erich Fromm).
Crear relaciones interpersonales con facilidad por la atracción que ejerce hacia los demás, lo cual le ayuda a crear lazos laborales estrechos. Si sabe escuchar a los demás y está dispuesto a considerar otras opiniones además de la suya, crea un ambiente de confianza para que las demás personas se sientan a gusto al expresar sus inquietudes e ideas.
En la parte media (Mandos Medios) de la Pirámide Organizacional se encuentra el estilo de dirección llamado Coaching, el cual es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo que conduce a sus colaboradores (no subordinados) a conseguir sus objetivos. El coach les inspira a maximizar su potencial personal y profesional, de un modo no directivo (sin dar órdenes).
Es algo así como la mayéutica de Sócrates, en donde el coach, por medio de preguntas, hace que el colaborador encuentre conocimientos, a través de promover el descubrimiento.
La mayéutica es una parte del método socrático. La primera parte consiste en la llamada ironía socrática, en la que el coach simula ignorancia sobre la materia o problemática a tratar, ensalzando inicialmente las cualidades de su interlocutor para, después, hacer comprender a éste que lo que creía saber en realidad no lo sabe y que su conocimiento estaba basado en prejuicios o costumbres.
La técnica consiste en hacer preguntas al interlocutor mediante las cuales éste va descubriendo conceptos generales que le ayudan a ver la luz. De lo que se trata es de, con base en preguntas, el interlocutor medite y encuentre las respuestas él mismo.
La mayéutica consiste en la creencia de que existe un conocimiento que se acumula en la conciencia por la tradición y la experiencia de generaciones pasadas. Por lo tanto, en la mayéutica se invita al individuo a descubrir la verdad que se encuentra en él latente e inconsciente, mientras que la ironía, históricamente creada por Sócrates, combate en el individuo lo erróneo de lo que cree saber y que cree verdadero, cuando en realidad es falso.
La ironía se dirige a aquellas personas que pretenden saber, pero que en realidad son ignorantes, mientras que la mayéutica se dirige al que se cree un ignorante sin serlo.
El Coaching es por tanto un viaje hacia el interior. Hacía la esencia del ser. Un viaje para localizar cuáles son los verdaderos retos y la propia manera de alcanzarlos. Un proceso individual, en el que se es escuchado y atendido de manera única. Y por ello no ofrece recetas genéricas. Acompaña a encontrar las propias soluciones para lograr esos resultados extraordinarios.
Finalmente, en la Alta Dirección nos vemos cobijados por el Mentoring.
El conocimiento es la única fuente verdadera de ventaja competitiva en la actual sociedad del conocimiento.
La capacidad de una organización para crear nuevo conocimiento y extraer el valor del existente, y su capacidad para desarrollar un ambiente que promueva el compartir conocimiento, es el principal desafío.
El Mentor ejerce influencia, guía o dirige sobre una persona menos experimentada, es alguien que enseña o brinda ayuda y consejos.
Homero en su Odisea menciona a Mentor como el elegido por Ulises para acompañar el crecimiento y desarrollo de su hijo Telémaco. Antes de su partida, para combatir en las guerras que libró, Ulises buscó a alguien experimentado y confiable para que cuidara, educara, amara, consolara y atendiera a Telémaco, y lo preparara para suceder a Ulises en el trono.
El Mentor ideal debe ser una persona confiable, que sepa escuchar y sea capaz de ofrecer un feedback constructivo. Debe estar dispuesto a brindar tiempo a sus guiados y a compartir con ellos no sólo sus historias de éxito, sino también, sus errores y fracasos.
Debe ser una persona generosa y abierta, que reconozca que cada uno aprende a su manera y que deje a sus guiados encontrar su propio camino, aceptando que su labor consiste sólo en indicar la que él considere, sinceramente, la dirección correcta.
La mentoría se asocia con una relación vertical, esto es cuando el mentor es una persona de mayor status y el mentorizado se encuentra en una posición menor, sea por su edad o nivel de conocimiento.
La mentoría es una relación entre una persona con más experiencia (el mentor) y una con menos experiencia (el telémaco). La relación es recíproca pero asimétrica, pues aunque el mentor y el telémaco pueden y suelen obtener beneficios, el objetivo principal de un mentor debe ser el crecimiento y el desarrollo del telémaco.
Las relaciones de mentoría son dinámicas, ya que los resultados asociados con ella cambian con el tiempo.
Los mentores son potencialmente influyentes como modelos, pero de forma distinta a los asesores, maestros, supervisores, jefes, líderes o coaches.
En una sucesión presidencial, el ideal es que el que deja el cargo ejerza el Mentoring en el sucesor o sucesora.
