Winston Churchill, Frank Sinatra, Humphrey Bogart, Ernest Hemingway, Keith Richards, Sean Connery, Lady Gaga, Johnnie Depp, Oliver Stone, Michael Jordan, etc. ¿Cómo se debe beber el whisky?
El whisky es un destilado muy rico en matices. Atendiendo a cómo haya sido su lento proceso de elaboración, su lugar de origen y su modo de destilación, tenemos una amplia variedad de whiskies: Single Malt, Malt, Blended, Rye Whiskey, Corn Whiskey, Bourbon, Tennessee Whiskey, irlandés, canadiense, japonés, segoviano… Es una bebida con mucho carácter y personalidad que consigue una relación muy personal con sus aficionados. Son muchos los famosos que han hecho del whisky su destilado favorito y son fieles a una marca que les apasiona. He aquí algunas grandes personalidades que han hecho del whisky su leche cotidiana.
Winston Churchill: el viejo león
El primer ministro británico era un gran amante del whisky, y del alcohol en general. También le gustaba prepararse los Martinis bien cargados. Básicamente éstos eran ginebra con una gotita de vermú. De él se afirmaba que en su sangre siempre había algo de alcohol, y que desayunaba y cenaba con whisky. Por supuesto tampoco dejaba descansar la botella por la tarde. Era muy aficionado al Johnnie Walker Etiqueta Negra.
Ernest Hemingway: el tigre en La Habana
Este gran escritor estadunidense no sólo disfrutaba del daiquirí y el mojito, también tenía grandes elogios hacia el whisky. Decía que era su descanso después de un duro día de trabajo intelectual, que lo preparaba para afrontar el día siguiente, y que pocas cosas le habían hecho disfrutar más en su vida. ¡Casi nada! Queda claro que le gustaba el whisky. Lo tomaba con un chorrito de zumo de limón.
Humphrey Bogart: el rey de África
Gran actor y apasionado del whisky escocés. Es famosa la anécdota sobre el rodaje de “la Reina de África”. Su compañera en esta película, Katherine Hepburn, contaba que todo el equipo enfermó de cólera por consumir agua en malas condiciones, excepto Humphrey y su amigo y director John Houston. Ninguno de los dos consumía agua, así que se salvaron. Bogart usaba whisky hasta para hacer gárgaras y su marca favorita era North Port.
Frank Sinatra: el dios del bourbon
Sinatra contaba que afinaba con whisky antes de un concierto. Su favorito era el bourbon Jack Daniel’s que le suavizaba la voz. Sinatra no escatimaba elogios hacia esta bebida. Incluso pidió ser enterrado con una botella de Jack Daniel’s, y así se hizo. La famosa marca de whisky de Tennessee sacó una edición de lujo llamada Sinatra Select. Es un whisky envejecido en barriles especiales con profundos surcos en la cara interior de la madera para que tenga más contacto con el destilado y potenciar así ese sabor tostado que tanto le gustaba a Frank. Los barriles llevan el nombre del cantante.
Whisky y rock
La lista de enamorados del whisky es interminable, pero van algunos más: Keith Richards, el genial guitarrista de los Rolling Stones, es otro apasionado del Jack Daniel’s. La cantante Lady Gaga es muy aficionada al whisky irlandés Jameson, lo que ha contribuido a que hayan mejorado sus ventas. Sean Connery, nació en Escocia como el whisky. El director de cine Oliver Stone aprecia y colecciona whiskies de malta. Michael Jordan es fan del Glenlivet. El actor Johnnie Depp tiene un coctel favorito: Bourbon Sour (con licor de cerezas y zumo de limón). Depp alguna vez ha dicho que cuando muera quiere ser sepultado dentro de un barril de whisky. Otro que quiere llevarse su trago favorito a la otra vida, como Sinatra.
¿Cómo se debe beber un buen whisky?
Desde luego no existe una manera correcta de beber whisky y cada cual lo saborea como le apetece. Con un buen whisky vamos a poder disfrutar de muchos cocteles de los que es la base alcohólica: Old Fashioned, Whisky Sour, Manhattan, Rob Roy… Pero el que es aficionado al whisky y tiene su marca favorita prefiere beberlo solo, con un poco de agua o un par de piedras de buen hielo.
Como mejor se aprecian los matices de un buen whisky es sin enturbiarlos con otras bebidas. El agua es una excepción. El whisky es una disolución que ya contiene agua y, por tanto, no altera su composición. Simplemente rebaja el nivel alcohólico y abre los aromas del destilado. Un poco de agua ayuda a nuestra nariz a percibir toda la riqueza del whisky. En cuanto a la cantidad, debe abrir los aromas, pero sin llegar a aguar el whisky y que pierda sabor. También hay que buscar un equilibrio en la temperatura. No debe estar muy fría. A temperatura ambiente se realiza mejor la apertura del whisky, pero sin llegar a estar caliente, lo que estropearía la copa. (Cuberspremium).