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jueves, noviembre 21, 2024

Una elección de conveniencia

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Javier Sánchez Galicia durante en una reunión con columnistas, celebrada hace 15 días, explicó que Alejandro Armenta Mier ganaría la elección junto con la mayoría de las diputaciones federales y locales porque en esta ocasión se competía por conveniencia, por un voto a favor de mantener los programas sociales.

No era un voto de rechazo ni de emoción, sino por “que más me conviene”.

Hasta el cierre de las casillas ayer, se confirmó el análisis de Sánchez Galicia quien se sostuvo en el estudio que hiciera Elías Aguilar director de la empresa Indicadores SC y fuera presentado a los periodistas, las razones del por qué.

Además, Armenta contaba no sólo con el voto de las mayorías por mantener sus programas sociales, contaba con más de 30 años de trabajo, desde que fue presidente municipal en Acatzingo hasta el Senado de la República. Hay que recordar que fue líder priista, coordinador de campañas estatales, funcionario federal, estatal y municipal.

Entonces, para el caso de Armenta, se juntaron dos factores, la gente en Puebla sí quiso el segundo piso de la llamada cuarta transformación, sí está a favor de los programas sociales, sí ve con buenos ojos lo que ha sucedido desde el 2018 hasta ahorita y, por otra parte, eligió un candidato que trae muchos años una estructura y trabajo político.

En las zonas urbanas, sorprendió que Morena arrasó.

Las marchas de la Marea Rosa, sólo fueron eso: marchas.

Muy legítimas, muy válidas, muy concurridas, pero no pasó a mayores, la gente que salió a llenar las calles no todas votaron contra el partido Morena, o por lo menos así lo parece, por los resultados.

Los tres ganadores de la contienda en Puebla son, Alejandro Armenta Mier, por obvias razones y por número de votos; Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien al final cuidó la elección, no lo pueden acusar que metiera las manos en el proceso electoral, empero, sí ganaron todos sus candidatos, y en tercer lugar, Jorge Estefan Chidiac, quien supo dividir al PRI y fortalecer al Partido Verde.

Fue uno de los genios en esta contienda.

Por lo tanto, el triunfo aplastante de Morena se explica así: no hubo voto de castigo contra el gobierno federal; Armenta armó un buen equipo y fortaleció sus alianzas traía un buen trabajo recorrido desde hace muchos años; Sergio Salomón entregó buenos resultados a nivel federal y local, y como colofón Estefan Chidiac supo leer a los personajes de la contienda, provocó la pulverización del PRI y armó un partido que le quitó votos a la derecha.

El PAN, por otra parte, juntó sólo el 50 por ciento de casilleros para todo el estado. La campaña de Eduardo Rivera entró tarde, de hecho, fue hasta el debate que se puso los guantes y se puso más agresivo, pero fue demasiado tarde. No pudo contra el tiempo y la desorganización.

Poco a poco se irá informando qué ocurrió en Acción Nacional, por qué no aprovecharon, por qué no lograron convencer al electorado, cómo es que no fueron una opción de cambio.

Se esperaba en esta elección que la gente saliera a votar contra el régimen, pero no fue así, su voto fue porque este se mantenga y continúe. Tenía razón Claudia Sheinbaum: los morenistas puros, no ganan elecciones. La estrategia de sumar expriistas en su mayoría y algunos panistas les funcionó.

Regresando a la idea original, quien lo supo descifrar bien fue Javier Sánchez Galicia: “esta era una elección pragmática, de conveniencia, no de ideología y no de emociones. Era una elección de mantener los programas sociales”.

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