La semana pasada, la empresa encuestadora Rubrum dio a conocer que en el caso de la contienda por el Senado por Puebla, Néstor Camarillo y Ana Teresa Aranda empatan a Ignacio Mier Velazco y a la petista Liz Sánchez.
Esa misma empresa encuestadora, propiedad de Luis Alberto García Lozano, da como vencedor por más de 20 puntos a Alejandro Armenta sobre Eduardo Rivera Pérez. Ahí no hay duda porque no solo es esa firma la que asegura el triunfo.
Lo que llama la atención es que para Rubrum, en Puebla, se ejerce el voto diferenciado. Que los poblanos tienen clarísimo quienes son sus candidatos a diputados locales, federales, las planillas que conforman los aspirantes a alcaldes y están metidos en el debate público.
De ser así, Puebla sería una isla de superdotados que diario leen los periódicos impresos, los portales de noticias, escuchan noticiarios y, además, están inmersos en cada decisión que se toma en la Cámara de Diputados.
En cada hogar poblano se estaría comentando las reformas constitucionales, opinando sobre el papel de la ministra Batres y su par Pérez Dayan. A la hora de la sobremesa familiar, mientras se sirven los necesarios cafés, el niño le preguntará a su papá:
—¿Crees que aguante el superpeso hasta fin de año?
—Yo creo que no, mijito.
Total, que la encuestadora Rubrum nos puso a los poblanos como verdaderos intelectuales.
Lo que no es comprensible es ¿por qué una encuestadora afirma un triunfo contundente de Sheinbaum y Armenta, mientras que manda al calabozo y a las mazmorras a la fórmula Mier-Sánchez?
Algo no cuadra.
Alguien miente.
¿O de plano los poblanos somos supersabios (con perdón de Germán Butze)? ¿O alguien con la finalidad de mandar un mensaje puso a Nacho Mier al nivel de Néstor Camarillo y a Liz Sánchez al nivel de Ana Teresa Aranda?
Honestamente, suena increíble esa encuesta.
Ya se han documentado casos de que las encuestadoras cobran para que se manipulen los resultados a favor de quien las contrata. Entonces, bajo esa lógica, y sin pensar mal, ¿será que no se puso a mano el Morenacho y por eso lo castigaron con el látigo del desprecio?
¿O será que hubo un interés mayor que quiso mandar una señal más dura contra el líder de los diputados morenistas?
Es increíble que Nacho Mier empate a Néstor Camarillo por lo siguiente: viene de una contienda estatal y fue conocido no solo en juntas auxiliares, sino hasta en inspectorías. Morena es la marca que se lleva las palmas en todas las encuestas, incluida Massive Caller, que ha presentado otros datos.
Lo que hizo Rubrum fue evidenciar que no se puede confiar ciegamente en los resultados demoscópicos.
Aunque quedaría la duda si es que algún duende, por ahí, quiso recordarle a Nacho Mier que es mortal.
La encuestadora nunca lo revelará. Esta duda se confirmará una vez que culminen los comicios. Nadie, eso sí, pone en duda que Armenta va en la delantera, lo mismo que Sheinbaum, por lo tanto, si el voto diferenciado no se da al por mayor, esa encuesta, sea cual sea su finalidad, trae truco.