Aquí nomás hay de dos sopas: o el tesorero municipal, Omar Coyópol Solís, mintió al admitir que pedirían un crédito por 600 millones de pesos o fue el alcalde, Adán Domínguez Sánchez, quien exhibió a su propio funcionario e incluso sugirió que si hay un faltante millonario es por culpa de su tesorero, no de él.
¿Quién miente?
¿A quién creerle?
¿A poco los tesoreros municipales actúan solos?
¿De qué sirve, entonces, ser presidente municipal
si no administra nada?
¿Coyópol será el chivo expiatorio si es que la Auditoría Superior del estado (ASE) emite los (posibles) pliegos de observaciones contra la comuna poblana?
Qué feo se llevan entre los panistas del municipio, me cai’.
Dejémonos de tonterías, quien provocó esta crisis
fue Adán Domínguez, porque salió un día después
a desmentir las versiones sobre el crédito de 600
millones de pesos que solicitarían para cubrir los
adeudos a proveedores que se generaron a final de
su trienio.
No lo hizo ayer en la mañana, tampoco al mediodía, mucho menos en la noche del pasado lunes, salió hasta el martes al mediodía a dar una conferencia de prensa muy escueta y calificó —a toda la información— como “especulaciones”.
Un día y medio después de que el gobernador
electo Alejandro Armenta Mier calificara como
“mal, muy mal” la intentona de endeudar al municipio de Puebla y que anunciara que no habrá persecución, pero tampoco impunidad en caso de que
exista un daño al erario poblano.
El desmentido de Adán Domínguez es un acto de malabarismo, pero de circo pobre.
Es decir, malo, chafa, ramplón.
Su pésima estrategia de comunicación lo hizo quedar como un mentiroso, pues aún después de su declaración, el próximo secretario de Gobernación, Francisco Rodríguez Álvarez, informó que a su equipo de transición sí le admitieron un faltante de 580 millones de pesos.
20 millones de pesos menos de lo que intentaban
solicitar para cubrir los adeudos a proveedores por
obras. Recordemos, se habló de una línea de crédito
por 600 millones de pesos, la cual ya no se solicitó
después de que el mandatario entrante criticara la
intentona del endeudamiento.
Ahora bien, deben 580 millones de pesos a proveedores por la realización de obras ¿cuáles obras?
No acaso todo ya está prácticamente etiquetado, ¿dónde vino el sobregiro?
¿Obras?
Las calles de Puebla están tan descuidadas que
el lunes por la mañana, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina anunció en conferencia de prensa un programa de bacheo para la capital del
estado. Es decir, ante la ineficiencia, el mandatario
tuvo que hacer un by pass (saltarlo).
¿En qué realidad vive el aún presidente municipal Adán Domínguez?
¿Será que habita en una burbuja de privilegios?
¿Nunca se le ha ponchado una llanta? ¿Viaja en
helicóptero? Cuando se dice que los políticos flotan
porque asumen el cargo es una metáfora, don Adán,
no es realidad.
El desmentido a los medios de comunicación y
a su tesorero Coyópol ya llegó muy tarde, porque
ahora que arribe José Chedraui Budib harán una
investigación con lupa de cómo se ejercieron los recursos y no por una cacería de brujas, sino porque los panistas abrieron esa puerta.
Sembraron la duda.
Los que quisieron el crédito de 600 millones de pesos fueron los que se van, no los que llegan.