Karina Pérez Popócatl nunca aclaró, cuando fue presidenta municipal de San Andrés Cholula (2018-2021), en dónde quedaron los 29 millones de pesos que recibió de la Secretaría del Bienestar estatal para un programa de vivienda que, hasta donde se sabe, jamás se ejecutó. Y aunque existió una denuncia por parte de un regidor de Morena en ese trienio en contra de la hoy candidata a diputada federal por ese mismo partido, jamás se supo cuál fue el fin de la investigación sobre el posible desfalco a las arcas cholultecas.
Refresquemos la memoria: en 2019 se creó un programa llamado Calidez Sustentable, que consistía en que el gobierno de la entidad otorgaba dinero a los municipios para la construcción de viviendas para las personas de escasos recursos. Resulta que la Secretaría del Bienestar estatal otorgó 29 millones 314 mil 812 pesos al ayuntamiento que presidía Pérez Popócatl.
El problema es que jamás se ejecutaron las viviendas y, según el periodista Rodolfo Ruiz (en una columna publicada en su portal de noticias e-consulta en 2021), los 29 millones fueron depositados a la empresa Construcciones y Aplicaciones Gresajo S.A de C.V, la cual desapareció. Ya no existe. Kaput.
Se había programado con la Secretaría del Bienestar que serían 170 viviendas las que se edificarían con los 29 millones de pesos, pero el dinero y la empresa beneficiaria desaparecieron de la noche a la mañana.
Según relató el periodista Ruiz, la transferencia de 28 millones de pesos fue realizada por el municipio de San Andrés Cholula, a través del banco BBVA, el 28 de noviembre del 2019 a la empresa constructora para iniciar las obras de la Estrategia Alianza Felicidad, para el programa “Calidez Sustentable”.
Y aunque el escándalo estalló en julio del 2021, una vez que Karina Pérez Popócatl perdió la reelección como alcaldesa frente al panista Edmundo Tlatehui Percino, el tema se ocultó. Jamás fue abordado en sus sesiones de cabildo y jamás se supo en qué culminó la investigación que inició esa misma administración municipal ante la denuncia del regidor morenista.
En mayo del 2021, Noé Máximo Hernández Sosa, a la sazón director de Desarrollo Microrregional de la Secretaría del Bienestar, envió un oficio a Karina Pérez en el que le exige que en un plazo de tres días devuelva 28 millones de los 29 que recibió su administración, así como rendimientos financieros en caso de existir.
Lo único que se sabe es que Pérez Popócatl devolvió 12 mil 750 pesos a los ciudadanos cholultecas que aportaron esa cantidad para ser beneficiarios y lo hizo porque ya se le había complicado todo. Había perdido la elección. Ella acusaba a Miguel Barbosa de traicionarla y porque de los 29 millones que depositó a la empresa Construcciones y Aplicaciones Gresajo S.A de C.V nunca se supo más.
Lo único que se dio a conocer es que cuando Erick Cotoñeto Carmona aún era el operador político favorito de Miguel Barbosa Huerta (Q.P.D.) intentó llevar a esa compañía para la edificación de viviendas en Cuetzalan y que varios municipios se quedaron sin el programa porque el mismo Cotoñeto impulsó a dicha empresa.
¿Por qué se habrá guardado el expediente?
¿Qué personajes realmente estuvieron detrás del escándalo?
Hay quien dice que, si uno hace las ligas entre los municipios participantes, los operadores políticos de aquel entonces, la empresa desaparecida y los entonces funcionarios de la Secretaría del Bienestar se toparía con muchas sorpresas, porque el caso más escandaloso fue San Andrés Cholula en esa administración.
¿Por qué ya no se dijo más?
Y si al llegar a esta parte del texto me preguntan ¿Por qué revivir este viejo escándalo? La respuesta es simple: porque la exalcaldesa ahora es candidata a diputada federal por el partido que pronuncia el no robar, no traicionar, no mentir (no desear a la mujer de tu prójimo, etcétera) y porque los operadores y funcionarios del Bienestar ahí están.