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martes, octubre 15, 2024

Recetas impías para pasar una buena navidad

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Es cierto que las fiestas decembrinas son las más esperadas, pero también son las fechas en las que se tienen que cumplir con los protocolos del bien quedar y no pelear con la familia, de ser la modosita de la cena, de hacerse ojo de hormiga ante los desaguisados familiares del año, y aguantar a la parentela que utiliza estas fechas para lanzar sus sermones dulzones, sus peroratas políticas a media reunión y hasta sus reclamos viscosos de sobremesa.

Nada como una lista de recetas impías para sobrevivir a las fiestas navideñas. Estos tips permitirán llegar al mes de enero al tiempo que se vive con la familia los festejos navideños, en estos días en que entonamos villancicos.

Parientes que nunca se han visto, conversaciones que se retoman donde se quedaron hace varios años, rostros desconocidos que reaparecen en los recuerdos, los espíritus de las navidades pasadas que son gemelos de los espíritus de las navidades futuras.

Santacloses en los centros comerciales que en enero se vestirán de reyes magos, y compras de último momento para fomentar nuestro amor al prójimo y los regalos decembrinos.

En primer lugar, tome valor y niéguese a asistir a reuniones de exalumnos de la preparatoria, recuerde que siempre asisten los mismos tres de toda la vida, el resto nos deja plantados o intuye el final cómico de esas reuniones. Evítese la pena de encontrar en su viejo examor platónico de preparatoria la mayor decepción de su vida y de decirle falsamente el “pero te ves igualito”.

De la misma manera, no se involucre en los fastidiosos intercambios de regalos de la oficina, nadie queda conforme, y por mucho que prepare el regalo, siempre terminará siendo la comidilla para el intercambio de presentes del siguiente año.

Cuando llegue el momento organizarse con su familia para la cena, quítese de problemas, sea original y prepare una cena temática hindú o si es muy extremo el caso pida unas pizzas o convoque a una reunión de café con galletitas, nadie saldrá herido por desacuerdos en quién puso más. El minimalismo siempre es la mejor manera para salir adelante ante los desacuerdos familiares.

Eso me lleva a la siguiente recomendación, no preste su casa para los encuentros navideños, nadie lavará sus baños, sus sillones quedarán estropeados, levantará su cocina sin ayuda y lavará el gigantesco monstro (o sea sin u) que ha nacido en la cocina con trastes grasosos y que emerge del fregadero.

No se involucre en rencillas familiares. El drama sólo es para el cine o para las novelas de escritores del siglo XIX. No resolverá nada y al final usted será el odiado por meterse en lo que no le importa.

Sea respetuoso y tampoco prepare largas peroratas llenas de provocaciones ateas, políticas, feministas, anticolonialistas y proabortistas. A nadie le importa lo que usted piense, sea considerado y no inicie una trifulca familiar que le llevará al menos doce meses de malestar y le complicará la vida eligiendo al terapeuta adecuado.

Evite hablar de las herencias y recuerde, nadie tiene la obligación de darle un terrenito o la casa de los abuelos. Si quiere heredar algo, espérese a la rifa del próximo avión presidencial y compre su cachito.

Trabaje con ímpetu y compre sus cositas, no le vaya a pasar lo que al príncipe Carlos, quien espera la caída de su madre la reina Isabel, desde los días de juventud de Madonna. El susodicho parece aspirante político al que le dijeron “ya mero te toca, es por el partido y por el proyecto”.

No gaste de más, la cuesta de enero, podría volverse la cuesta del año entero si no programa sus gastos. No caiga en las provocaciones del capitalismo, pregúntese dos veces antes de cambiar de coche, comprar un nuevo celular o tomar unas carísimas vacaciones que la colocarán en el top ten del buró de crédito.

En fin, unas buenas fiestas navideñas implican prácticamente mantenerse en plan asceta, dolerá un poco, pero valdrá la pena.

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