🎩 EL MAGNATE QUE DESAFÍA AL FISCO no es un personaje de serie de bajo presupuesto, sino Ricardo Salinas Pliego, el tercer hombre más rico de México, según Forbes, con una fortuna que, aunque mermada, aún ronda los 4 mil 600 millones de dólares. Dueño de Grupo Salinas, un imperio que abarca desde TV Azteca hasta Elektra, Salinas ha convertido su disputa con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en un espectáculo de intriga y poder. Su adeudo, que según el gobierno asciende a 63 mil millones de pesos, es más que un número: es un símbolo de la lucha entre el Estado y el último barón de una oligarquía en desuso.
🦕 “NO PIENSO PAGAR NI UN RÁBANO”, soltó Salinas en 2021 en un tuit que destilaba su característica mezcla de bravuconearía y desafío. Desde entonces, su estrategia ha sido clara: litigar, dilatar y, sobre todo, no ceder. Varios tribunales han fallado en su contra, como el Décimo Tribunal Colegiado que en junio de 2025 ordenó a Elektra pagar casi 2 mil millones de pesos por un adeudo de ISR de 2012, o el Segundo Tribunal que días después le asestó otro golpe por un impago de 2010. Pero Salinas no se inmuta. O eso quiere hacernos creer con su verborrea vulgar y facinerosa. La Tremenda Corte tiene el balón en su cancha. La presidenta Sheinbaum ya dijo que el Tío Richi está por caer. Usó un eufemismo, pero ésta es la traducción libre. ¡Kaput!
🐸 EN ESTA TRAMA, el SAT y el gobierno de la 4T han apretado las tuercas. El adeudo, que incluye 53 mil millones por 17 juicios fiscales y 10 mil millones en créditos fiscales, se remonta a los sexenios de Calderón y Peña Nieto, cuando el régimen de consolidación fiscal permitía a empresas como las de Salinas diferir el pago de impuestos. Pero esa figura caducó en 2013, y el fisco ahora reclama lo suyo. Salinas, sin embargo, acusa al gobierno de extorsión y usa sus redes sociales para pintar al SAT como un villano que asfixia a los empresarios. ¡Kaput!
🐨 LOS NÚMEROS Y LA NARRATIVA VAN DE LA MANO, y Salinas lo sabe. Sus empresas, golpeadas por una caída del 71 por ciento en las acciones de Elektra y pérdidas de 11 mil millones de pesos en 2024, enfrentan una tormenta perfecta. A esto se suma una presunta estafa de 400 millones de dólares que él mismo denunció, orquestada por un ucraniano que se hizo pasar por heredero de los Astor —quienes exportaron opio al imperio chino en su momento. Lejos de doblegarse, Salinas sigue siendo el Hermes de los negocios: astuto, elocuente y siempre un paso adelante en la intriga. La Corte será el próximo campo de batalla, y el desenlace de este duelo definirá si el fisco doma al magnate o si Salinas, una vez más, sale ileso. En este tablero, nadie apuesta por un empate. Esta columna vaticina: ¡kaput, tío Richi!
