🥷 LA PRESIDENTA SHEINBAUM estalló, con justa razón, en contra de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) por esa necedad conspirativa de bombardear los acuerdos. En contraste, Marx Arriaga , creador de los horrorosos nuevos libros de texto, aplaude las acciones de la CNTE y habla de sus integrantes como héroes y heroínas que ayudan a construir un país mejor.
🥷🥷 INTEGRANTES DE LA CNTE van a las dos terminales del Aeropuerto Internacional Benito Juárez y deciden obstruir el paso de los pasajeros. Marx Arriaga, metido en un tufo populista, celebra la acción, en tanto que la presidenta Sheinbaum reprueba los bloqueos que ponen en jaque a los sufridos viajeros, sobrecargos y pilotos.
🥷🥷🥷 HAY DOS VISIONES EN ESTA HISTORIA: la de Marx Arriaga, que poco honor hace a su nombre, y la de la presidenta Sheinbaum. La CNTE ataca una vez más, y anuncia que bloqueará la elección judicial del domingo próximo. Marx aplaude nuevamente a los paladines que han dejado sin clases a millones de estudiantes en el país. La presidenta, enfadada, compara a los miembros de la CNTE con la terrible derecha mexicana, quien hace todo lo posible por boicotear los comicios que acabarán, de una vez por todas, con el nepotismo y la venta de garaje de amparos, sentencias y medidas cautelares.
🥷🥷🥷🥷 SHEINBAUM Y MARX están enfrentados en sus visiones, lo que no estaría mal si los integrantes de la CNTE mantuvieran una actitud serena y cuajada en el diálogo. ¿Qué quieren? Lo imposible. La recuperación de las jubilaciones al cien por ciento de su sueldo y la derogación de la reforma a la ley del ISSSTE de 2007. Marx aplaude. La presidenta reprueba. ¿Quién llevó a este Marx a las altas esferas de la SEP? La araña trabaja en este caso.
💄 EL PRESIDENTE MACRON RECIBE una bofetada de Briggite, su esposa. El mundo se horroriza. Con habilidad de gran actor, Macron baja del avión, le ofrece el brazo a su mujer —que lo rechaza, en el mejor estilo de la Gaviota, ex de Peña Nieto—, y toca suelo vietnamita. El mundo, para entonces, ya habla de ese gesto que inmortalizará a Briggite y dejará muy mal parado al presidente francés. Si esa atención recibieran, por un momento, los palestinos en Gaza, otro mundo sería éste.