🐶 LA CANTINA MÁS GRANDE DE MÉXICO —Twitter— es un asco. Está llena de opinólogos que descalifican cualquier cosa. Se van, sobre todo (facilismo puro), en contra de la presidenta Sheinbaum y de Jesús María Tarriba, su esposo. ¿Qué les molesta, en apariencia, de ellos? Su aparente mal gusto para vestir en el contexto de la Noche Mexicana. ¿Qué les irrita, en realidad, de ellos? El poder de la doctora Sheinbaum y su manejo del gobierno —audaz, pero inteligente—, que apenas cumplirá un año.
🐥 HE VISTO EL ESTILO DE ESCRIBIR de esos opinólogos y, la verdad, carecen de autoridad moral para descalificar la moda de otros. Quizás eso explique su mal humor social (y sexual). Debe ser terrible buscarse la teta y no alcanzársela. Moraleja: no los abrazaron a los seis años de edad.
👅 ES MUY FÁCIL, Y MEDIOCRE, ODIAR a la presidenta Sheinbaum. Quienes lo hacen, están frustrados por la manera en que ha sabido negociar con el presidente Trump. Y es que esperaban que éste la avasallara. Que destrozara sus políticas de gobierno. Que barriera con su reforma judicial. Que invadiera México con su ejército legal (y el clandestino). También les molesta que la presidenta esté dando buenos, excelentes, resultados en su guerra contra el narco. ¿Qué desean? Que fracase y que Trump introduzca su lengua de oso hormiguero en nuestro territorio.
🦧 CRITICAR AL ESPOSO DE LA PRESIDENTA es ridículo. El señor Tarriba ha sido el más discreto de quienes han estado en su lugar en el balcón presidencial (las primeras damas). Su gesto moderado fue ejemplar. La noche de este lunes no le aplaudían a él, sino a la presidenta. Y lo entendió. Y actuó en consecuencia. Es decir: no respondió con saludos chabacanos. Qué diferencia de las Gaviotas y de las inefables Martitas Sahagún. (Pena ajena).
🦥 ¿NO LES GUSTÓ EL SOBRIO Y ELEGANTE vestido de la presidenta a los opinólogos? Es problema de éstos. Los he visto caminar con sus vestimentas de mal gusto sin rubor alguno. Los he visto envidiar a los objetos de sus críticas desde su condición vacuna. Los he visto lamerse las heridas desde la cantina más grande México. He conocido a cada hijo de familia… Ufff.