🤔 ¿CUÁNTAS MENTADAS de madre se llevó el senador Noroña en la Elección Judicial? Es un misterio. Por las capturas de pantalla que los usuarios de Twitter subieron a esa red, podemos imaginar que fueron miles. Nada mal para quien renegó de sus ideales y se transformó en un arribista al llegar a la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado de la República.
🎩NO HAY ANTECEDENTES en la Cámara Alta de una metamorfosis como ésta. Al contrario. Quienes arribaron a esa posición, en el pasado reciente, conservaron siempre una altura en el debate y una gran mesura a la hora, siempre compleja, de llevar la mesa. Noroña, en cambio, se aburguesó desde el primer momento y entró en una oleada de egocentrismo (mezclada con su dosis particular de vulgaridad), que lo convirtió en lo que tanto detesta en los demás: en un auténtico miserable.
🧎🏽LA ESCENA EN LA QUE OBLIGÓ a un abogado, que osó increparlo, a pedirle perdón en las instalaciones del Senado, y en presencia de la fuente periodística, ha sido una de las asquerosidades más grandes en la historia del despotismo ilustrado. A partir de entonces, nadie lo respeta. La patética senadora Lily Téllez lo ridiculiza cada vez que quiere. Ricardo Anaya hace lo mismo (con un poco más de elegancia). Sólo falta que entre un perro y defeque en sus sandalias Louis Vuitton.
✊🏼REGRESEMOS AL TEMA DE LAS MENTADAS. ¿Cuánta gente acudió a las urnas el domingo pasado para mentarle la madre en las boletas? ¿Mil, diez mil? El resultado que sea, es abrumador. Ah, pero nuestro personaje siempre tiene una salida: el pueblo lo ama y quiere que él, y no otro, sea el próximo presidente de México. Malas noticias: su noción de lo que es el pueblo es equivocada. Su espejo retrovisor está roto y desenfocado. Ya no ve, ya no oye, pero sigue hablando mucho. Peor aún: no habla, vocifera. Escupe sesenta vulgaridades por minuto. Y ha perdido los necesarios filtros para no ser víctima del omnímodo poder.