💼 KOLDO GARCÍA era solo un chofer, un hombre de confianza en las sombras del poder socialista español. Pero en 2020, durante el caos de la pandemia, este exconcejal navarro se convirtió en el epicentro de un terremoto político. Su empresa, Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, facturó 54 millones de euros por mascarillas y material sanitario para el gobierno de Pedro Sánchez. ¿El problema? Contratos inflados, comisiones dudosas y un tufo a corrupción que aún no se disipa.
🦾 CON EL PODER DE SU CONEXIÓN, Koldo, ligado al exministro José Luis Ábalos —íntimo de Pedro Sánchez— movió los hilos para que su compañía se convirtiera en la salvadora de la crisis sanitaria. Pero la Audiencia Nacional y la Guardia Civil no se quedaron de brazos cruzados. En 2024, destaparon una red de contratos amañados, con sobreprecios que hicieron millonarios a unos pocos mientras España lidiaba con la muerte y el confinamiento. El caso llegó al Supremo, salpicando hasta al presidente del gobierno. ¡Saquen las ostras!
🫵🫵🫵 HAY QUE DECIRLO: el Caso Koldo es el clásico escándalo de amiguismo en el poder. Las investigaciones revelaron que las mascarillas eran de dudosa calidad y los contratos se adjudicaron sin licitación transparente. Mientras el pueblo español enfrentaba la escasez, los allegados de Koldo se llenaban los bolsillos. Las redes estallaron con el #KoldoGate, y los memes no se hicieron esperar. La oposición clama por la cabeza de Ábalos, pero el PSOE se defiende diciendo que todo fue una emergencia. De pena ajena. ¡Saquen el cochinillo!
🫀 EN UN PROGRAMA DE TELEVISION ESPAÑOLA, un periodista destapó transferencias bancarias sospechosas y conexiones con empresarios cercanos al gobierno. La presión creció cuando se supo que Koldo —experto en grabar al prójimo clandestinamente—, gestionó contratos millonarios. La indignación en Twitter fue brutal: “¡Corrupción en plena pandemia!”, tuiteó un usuario influyente, mientras otro bromeó: “Koldo pasó de chófer a magnate en un par de meses”. El caso ha puesto en jaque la credibilidad del gobierno Sánchez, recordándonos que, en tiempos de crisis, los oportunistas siempre aparecen. ¡Saquen el cava!
🐽 LAS ÚLTIMAS INMUNDICIAS de esta trama abarcan obras públicas —hasta en México— constructoras a modo, personajes cercanísimos al presidente Sánchez y Begoña, su esposa; tramas corruptas dentro de la trama mayor, moches y desviación de recursos… En una palabra: corrupción. El PP y el PSOE, dicen los españoles, son la misma mierda. ¡Saquen los tintos!
