💒 YA QUE EL INFIERNO lo tiene ganado, el alcalde de Cuyoaco, Iván Camacho, ahora quiso ganarse el cielo. Y lo hizo a punta de obras pías como la repartición de gorras, playeras y el sagrado diezmo para la parroquia que encabeza el presbítero Rubén Vélez Castillo, quien lo exoneró de todo mal proveniente de las malignas redes sociales. ¡Vade retro, Satán!
♥️ ESTE DOMINGO INICIÓ la sagrada rehabilitación social del impresentable Lord Cuyoaco. Con cara de mustio, y como si estuviera avergonzado, el gandul de filiación priísta inició su carrusel eclesiástico —esta vez sin sus torvos y sanguinarios guaruras empistolados— a las seis de la mañana. Primero fue, casi de rodillas, a San Andrés Payuca. Luego partió, a bordo de su grosera camioneta, a la mismísima parroquia de Cuyoaco, donde el presbítero lo exculpó (y canonizó) en la misa de ocho. Y culminó dos horas después —con idéntico modus operandi— en la junta auxiliar de Xonacatlán. Tres caídas sin límite de tiempo. Y tres actuaciones ante el pueblo cristiano para quitarse la mala fama de encima cual si fuera caspa.
🐑 🐑 🐑 “¡HABRÁ CARNITAS PARA TODOS!”, gritó Lord Cuyoaco al término de la homilía (pagada), pues se comprometió a celebrar con los feligreses la Peregrinación del Santo Jubileo que se realiza el 5 de septiembre de Cuyoaco a Libres. Algunos aplaudieron, pero otros, los más dignos, repudiaron la compra anticipada de santificación. El pueblo —sabio como es— ya bautizó la interesada dádiva. “Las carnitas indulgentes”, es como les llaman.
🤖 EL PÁRROCO TOMÓ LA PALABRA en la misa de diez y le quiso limpiar la cara a Iván Camacho, quien miraba al pontífice con ojos de cordero degollado. “No ataquemos a nuestras autoridades —dijo—, oremos por ellas”. Luego procedió a pasarle la voz al susodicho, quien se presentó como víctima de una campaña mediática. (¡Así lo dijo el santo paria!).
🎃 SOBRE ÉL Y SU GENTE —en particular el secretario general del Ayuntamiento— se dicen toda clase de atrocidades relacionadas con un polvito blanco parecido al talco de pies. La mala fama de todos ya llegó hasta Tepeyahualco, donde antes les disputaban el territorio los famosos Godos. Como verá el lector, ésta es guerra de marranos contra cochinos. Aunque uno de estos ya fue santificado. Oremos por él… y por las carnitas indulgentes.