🫵 VEO A MUCHOS HUAUCHINANGUENSES observar la tragedia desde lejos. No dicen nada. Usan sus binoculares para saber qué está pasando. Pero no dicen nada. Entran a sus redes sociales. Buscan videos de la desgracia. Los comentan en corto. Entre murmullos. No dicen nada. Algunos le ponen “me gusta” a algunos episodios de la tragedia, como si ese “like” fuese un gesto de solidaridad. ¿Qué les gusta cuando dan “me gusta” al desbordamiento de un río o al video de unas señoras viendo cómo el agua se mete apresuradamente a su jacal? ¿Es real? ¿El “me gusta” es todo lo que pueden hacer? Y más: ¿el “me gusta” significa que les gusta lo que sus ojos ven?
🫵 VARIOS DE ESOS HUAUCHINANGUENSES acudieron en su momento a pedir el voto que los hizo diputados locales o federales. O senadores. Varios de ellos tuvieron casa allá. Varios de ellos se beneficiaron del voto de los huauchinanguenses que hoy enfrentan la desgracia. Son huauchinanguenses despatriados aquéllos que ven todo a la distancia sin conmoverse un poco. ¡Cincuenta gramos de tantita madre para ellos!
🫵 CONFORME LOS DÍAS PASEN, muchos se irán olvidando de los damnificados. Y de los pueblos más dañados. Y de las localidades incomunicadas. Así pasó en octubre de 1999. Así ocurrió en los temblores. Es la naturaleza de algunos seres humanos. Y cuando el gobierno federal y el gobierno estatal presenten los números de lo que han hecho, sobrevendrán las críticas feroces de quienes ya se habían olvidado de la desgracia. Y levantando las cejas, pontificarán y descalificarán sin el mínimo de autoridad moral.
🫵 LAS TUBERÍAS, DE LAS QUE POCO SE HABLA, están dañadas. De entrada, fueron anegadas por el lodo. Otras más se rompieron. El conducto del agua sólo conduce lodo. O aire, porque está tapado. En el día a día, ése ya es un problema. A lo terrible de la tragedia le sobreviene el día después: los días que corren en ese paisaje de lodo, y del dolor por los muertos y los desaparecidos. El mundo es un lugar malvado, sí, pero hay gente que es aún terriblemente más malvada que sólo le pone “like” o “me gusta” a la desgracia ajena.