👜 LUISA MARÍA ALCALDE dio la orden: escondan los relojes de alta gama Hublot, los autos Ferrari, las casas en La Vista, los zapatos Ferragamo, las corbatas Hermès, las bolsas Peekaboo Mini, las zapatillas Manolo Blahnik, las pulseras de eslabón articulado (de oro amarillo). ¡Escondan todo! ¡Absolutamente todo! Recuerden el lema fundador: “Por el bien de todos, primero los pobres”. ¡Métanselo como una estaca!
🩳 LA MASACRE HA SIDO TAN BRUTAL, que la presidenta de Morena no ha tenido más remedio que convocar a los suyos a la falsa modestia, a la humildad petrificada, al dorado desdén. Es mejor ocultar que aparecer en las redes como lo hizo el difunto Mario Delgado en un lujoso hotel de Lisboa: despatarrado, con sus bermudas Saint Germain y su cara de sorpresa ante el improvisado paparazzi. Acumulen, sí, ¡pero no se exhiban con sus calzones Tom Ford estampados de ocho mil pesos! (Es, ya se sabe, una modesta proposición).
🐸 AHÍ ESTABA ÉL, ADAL, RAMONES. Y a su lado uno de los Mascabrothers: Freddy. El menos bueno de los dos hermanos Ortega. Ambos comían en el restaurante Benancio junto con sus parejas. Reían como buenos comediantes, pero la gente francamente los ignoró.
🐮 NO HUBO UNA SOLA PERSONA que se acercara a hacerse una selfie con ellos. Y estoy hablando de que cuando menos estuvieron dos horas sentados. Y el Benancio estaba lleno. Parecían dos políticos retirados. Dos políticos con mala fama. Dos Adanes Augustos al final de su vida política. Dos Noroñas después de haber presidido la Mesa Directiva del Senado.
🐯 POR MÁS QUE ADAL parecía decir “¡sí, soy yo, salúdenme!”, la vida es cruel y breve. Más breve que la fama. Ésa que tuvo alguna vez. Ésa que hoy lo abandonó. Alguien dijo en mi mesa que ya vivía en Puebla con su nueva pareja. (Ahhh). Y que a cada rato tejía historias en Instagram desde algún lugar de la ciudad. (Ahhh). Y que en sus redes sociales no paraba de subir fotos. (Ahhh). Fotos tomadas por él mismo, sin gente a su alrededor. Como un Adán Augusto en el exilio.
🦁 LA FAMA ES BREVE, y la de Adal es el mejor ejemplo. Quién lo iba a decir: su patiño (Yordi Rosado) tuvo mejor destino que él. Cuando menos tiene un podcast que genera demandas judiciales (Sasha Sokol versus Luis de Llano Macedo), y cosas por el estilo. Pero el pobre Adal no levanta ni una selfie. Es un Noroña en desgracia.
