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jueves, noviembre 21, 2024

Antrovisión, una propuesta

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He leído recientemente el libro de Gillian Tett, periodista financiera y ejecutiva de finanzas que estudió originalmente antropología e hizo su tesis doctoral en Tajikistán, donde estudio las costumbres matrimoniales. Anthro-Vision: A New Way to See in Business and Life fue publicado en 2021. El término “Anthro-Vision” se refiere a la habilidad de adoptar una perspectiva antropológica en diversos ámbitos de la vida, especialmente en los negocios y en la toma de decisiones. A través de este concepto, Tett explora cómo la antropología puede proporcionar una lente única a través de la cual entender y abordar los desafíos modernos. 

El libro es un llamado a la adopción de un enfoque más humano y social en un mundo cada vez más dominado por la tecnología y los datos. Gillian Tett argumenta que, a pesar de los avances tecnológicos y la creciente importancia de los datos en la toma de decisiones, la comprensión de las motivaciones humanas, las dinámicas culturales y las interacciones sociales sigue siendo esencial para el éxito en el mundo empresarial y en la vida en general. 

El enfoque antropológico que propone el libro implica observar y analizar las prácticas humanas, las normas culturales y las historias detrás de los números y los datos fríos. Tett utiliza una serie de ejemplos y estudios de casos para ilustrar cómo las empresas y los líderes pueden beneficiarse al comprender profundamente a las personas con las que interactúan, ya sean empleados, clientes o colaboradores. 

Tett presenta ejemplos de empresas que han aplicado con éxito el enfoque de Anthro-Vision. Estas empresas han incorporado antropólogos en sus equipos o han fomentado una cultura organizativa que valora la empatía y la comprensión de las perspectivas diversas. Los lectores pueden aprender cómo gigantes corporativos han utilizado la antropología para mejorar la toma de decisiones, diseñar productos más adecuados y crear ambientes de trabajo más inclusivos. 

Además de centrarse en los negocios, “Anthro-Vision” también explora cómo este enfoque puede ser aplicado en otros ámbitos de la vida, como la educación, la política y la tecnología. Tett argumenta que, a medida que la globalización y la interconexión continúan moldeando nuestro mundo, la comprensión profunda de las diferencias culturales y las perspectivas individuales se vuelve cada vez más crucial para evitar malentendidos y conflictos. 

Me quedo con estas ideas centrales que, además, nos pueden servir en esta época de transición política. Comprender lo humano detrás de los datos: Tett argumenta que en la era de la información y la tecnología, los datos pueden proporcionar información valiosa, pero a menudo carecen del contexto humano necesario para comprender plenamente las decisiones y comportamientos. Adoptar una perspectiva antropológica implica ir más allá de los números y explorar las historias, las culturas y las motivaciones subyacentes que influyen en nuestras acciones y decisiones. 

Además de tomar en serio la relevancia de la cultura y la diversidad. La autora enfatiza que las diferencias culturales y la diversidad son factores cruciales en cualquier contexto. Comprender cómo las diferentes culturas influyen en la percepción y el comportamiento es esencial para establecer conexiones significativas con los demás y para tomar decisiones efectivas en un mundo globalizado. Esto solo se logra sí existen empatía y perspectiva humana en los negocios: Tett sostiene que las empresas y los líderes deben ser capaces de comprender las necesidades, deseos y preocupaciones de sus empleados y clientes. Incluso, por qué no los electores en una campaña política. Contar con antropólogos en las empresas y en la política sería esencial para ser más abiertos y comprender mejor nuestros contextos sociales e incluso escuchar lo que Pierre Bourdieu llamaba el silencio social, lo que no vemos o escuchamos por el ruido de nuestra comunicación. 

Imaginemos que si logramos esa Antrovisión estaríamos abiertos a los otros, comprenderíamos sus costumbres, sus ideas más profundas, su cosmovisión y seríamos empáticos y mucho más humanos en nuestras decisiones.  Cuando criticamos que un pueblo sigue rigiéndose por sus “usos y costumbres” y queremos imponer nuestras ideas de progreso o civilización e incluso democracia, no comprendemos realmente a los otros. Visión de etnógrafo, podría llamarse a su propuesta, ¿seremos lo suficientemente abiertos como para adoptar sus ideas en serio? 

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