Los daños del fenómeno meteorológico que se volcó sobre la sierra norte de Puebla hace una semana fueron brutales entre los ganaderos de la región.
Se calcula que tres mil reses están en calidad de desaparecidas.
¿Qué pudo haber pasado?
Que se las llevó algún arroyo crecido o el río San Marcos (que se convierte en río Cazones entrando a Veracruz).
En cuanto a las reses muertas por la contingencia, los números oficiales hablan de cuarenta.
El fenómeno meteorológico de octubre de 1999 hizo crecer el agua hasta 40 centímetros.
En cambio, éste, hizo que las aguas crecieran hasta 4 metros.
Una barbaridad.
En la diferencia está el tamaño de la catástrofe.
(La zona más afectada en 1999 fue Teziutlán).
La tragedia es brutal en la parte visible.
Pero, ya lo sabemos, toda tragedia tiene su parte invisible.
Y en esta última se hayan los pequeños poblados donde habita la gente más pobre.
Poblados alejados de la civilización y de todos los servicios.
Hay reportes de algunos que evidencian el desastre.
Un caso: San Pablito, Pahuatlán:
El profesor Rey Hernández Abraham grabó un mensaje —publicado desde la mañana de este jueves en Hipócrita Lector— en el que solicita el auxilio de las autoridades.
Cito a continuación algunos fragmentos de dicho mensaje:
“Los dos accesos que teníamos de carretera, están muy dañadas: las carreteras de Pahuatlán a San Pablito. Algunas partes de la carretera están destrozadas, no hay manera de de arreglar de manera inmediata. La comunidad, junto con el pueblo de San Nicolás, hemos tratado de coordinarnos para abrir el paso. Por el momento tenemos un poco de acceso (con un carril de San Pablito a San Nicolás, y de San Nicolás a Tenango), pero en este momento en la comunidad de san Pablito no tenemos víveres. Los días viernes y sábado, la gente entró en pánico y compraron en las tiendas lo poco que éstas tenían de maíz.
“Solicitamos de manera muy respetuosa a quien pueda ayudarnos para obtener este grano. Tenemos hermanos indígenas de San Pablito en Estados Unidos, quienes ya se organizaron para hacer una cooperacha, y ellos van a comprar lo que puedan de maíz, frijol y chile seco. Le pedimos al gobierno del Estado y al gobernador Alejandro Armenta el apoyo de transporte aéreo. Es decir, que nos pueda proporcionar el servicio de un helicóptero para trasladar este grano: o sea, el maíz, frijol y chile. Necesitamos ese servicio aéreo de un helicóptero para que puedan trasladar estos alimentos, tan necesarios en este momento.
“Le vamos a agradecer mucho al señor gobernador licenciado Alejandro Armenta que atienda nuestro llamado, independientemente de los apoyos que van a brindar tanto el gobierno del Estado como el gobierno federal.
“Hemos sobrevivido porque algunas personas tenían reservas de 10 cuartillos de maíz. Y son los que vamos compartiendo con los familiares, los amigos, los vecinos. Pero ya está escaseando. De maíz ya no tenemos nada. En dos comunidades hemos buscado comprar, pero tampoco hay. Y el maíz hace falta también para los que tienen animales como puercos y gallinas, que también son para la subsistencia. Los perros también comen de de esto, pero ya no hay”.