Las redes sociales ponen nerviosos a los usuarios, algunos de los cuales se inconforman y apelan al INE para censurar y castigar a los periodistas que adelantan tendencias en función de las encuestas de salida.
Los dos primeros cortes confirman ventajas indiscutibles de quien siempre fue el puntero en la elección a la gubernatura.
Y dicha tendencia —como lo han apuntado— sigue siendo de 2 a 1.
Así lo publican en sus redes varios periodistas utilizando algunas de las iniciales de los contendientes.
A es A aquí y en Chignahuapan.
Y L es L aquí y en la calle Cañada.
El puntero no ha dejado de ser puntero desde que arrancó el proceso electoral.
Y eso ya va para un año.
En esas condiciones arribó al 10 de noviembre, cuando se impuso en todas las encuestas al resto de los contendientes.
Y así llegó a la precampaña.
Y así siguió hasta hoy.
En el último corte, el puntero va arriba por dos dígitos.
Se dice fácil.
Es un trabajo de años.
¿Cuántos?
Algo así como 33.
Las carreras políticas no se improvisan.
Y si lo hacen, corren el riesgo de morir en el intento.
Nada como una carrera larga, obstinada, metida en el ejercicio cotidiano.
Han abierto dos o tres botellas de champagne en las casas de los amigos del puntero.
¿Qué es lo que celebran?
Un triunfo que ya se empieza a oler y a cocinar.