Un líder sindical futurista, un delegado fuera de la ley y un movimiento minoritario presa de las ambiciones conforman el coctel que está detrás de las peticiones de destitución de dos funcionarias del sector Salud: Elizabeth Laug, directora del Hospital General de Cholula, y Merari Hernández Aguilar, directora de Operaciones de Personal de la Secretaría de Salud del estado de puebla.
Julio Alfredo García, secretario general del comité ejecutivo estatal de la sección XXV, Puebla, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA), quiere dos cosas: reelegirse como líder charro y buscar, en 2027, la candidatura a la alcaldía de Tehuacán.
En ese doble afán, ha desatado una minicrisis en el Hospital General de Cholula, perteneciente al IMSS-Bienestar, a través de un delegado espurio que carece de legitimidad y legalidad: el pediatra Jorge Alberto Muñoz Juárez, quien carece de la licencia sindical ante la Secretaría de Salud, una vez que no reúne el perfil, pues debe ser base federal.
En consecuencia: está usurpando funciones.
Las dos primeras demandas del falso delegado, apoyadas por el líder futurista, tuvieron que ver con la falta de insumos y de medicamentos en el hospital que encabeza la doctora Elizabeth Laug, por lo que el balón se fue a la cancha del doctor Geronimo Lara Gálvez, coordinador estatal del IMSS-Bienestar.
Sin embargo, justo cuando hace unos días tomaron las instalaciones del hospital —con veinte trabajadores— y bloquearon un tramo del Periférico, sus demandas cambiaron de giro —a la velocidad de un infarto masivo—, y pasaron a pedir la cabeza de la doctora Laug.
Por cierto: esos veinte trabajadores son algunos de los que huyeron despavoridos del hospital en plena pandemia del COVID, una vez que éste se convirtió en el búnker para atender a los cientos de enfermos que fueron saturando los servicios brutalmente.
Ya se ve que para los charros sindicales están primero sus beneficios personales que la salud de los poblanos.
