En una jornada marcada por la tensión diplomática, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, encabezó este miércoles una serie de encuentros en Berlín con líderes europeos y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en vísperas de la reunión que el mandatario estadounidense sostendrá con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en Alaska.
Zelensky fue recibido por el canciller alemán, Friedrich Merz, con quien sostuvo una reunión bilateral en la Cancillería. Posteriormente, se sumó a una videoconferencia en la que participaron mandatarios y altos representantes de países como Francia, Reino Unido, Italia, Finlandia y Polonia, así como de la Unión Europea y la OTAN.
El objetivo central del encuentro fue consolidar una postura común ante la cumbre Trump–Putin, prevista para este viernes, y dejar claro que cualquier negociación sobre el futuro de Ucrania debe partir del respeto a su soberanía y la integridad de sus fronteras.
Los líderes europeos reiteraron que no aceptarán intercambios territoriales como parte de un eventual alto el fuego y exigieron que Rusia reduzca hostilidades antes de iniciar cualquier diálogo formal.
En la conversación posterior con Trump, los participantes buscaron disuadirlo de aceptar propuestas que impliquen concesiones territoriales a Moscú, algo que el presidente estadounidense ha insinuado en semanas recientes. Según fuentes diplomáticas, la Casa Blanca ha intentado moderar las expectativas en torno a la cita con Putin, describiéndola como un espacio de “escucha” más que de acuerdos inmediatos.
Tras las reuniones, Zelensky y Merz ofrecieron una conferencia de prensa conjunta en la que subrayaron la importancia de presentar un frente unido.
“Estamos trabajando para que la paz sea justa y duradera, no a costa de la libertad de nuestro pueblo”, afirmó el presidente ucraniano.
La cumbre de Alaska será el primer encuentro directo entre Trump y Putin desde el inicio de la invasión rusa en 2022, y su resultado podría marcar un punto de inflexión en el rumbo del conflicto.