“Quiero seguir dándote el beso en la frente, en la mañana y en la noche y al mediodía, porque tú eres un racimo, madre, un ramo, una fronda, un bosque, un campo sembrado, un río…”
—Jaime Sabines
Fue en 1922 cuando el periodista Rafael Alducín Bedoya, fundador del periódico Excélsior, convocó a conmemorar el Día de la Madre. La ocasión fue celebrada por primera vez el 10 de mayo de ese año.
Años después, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, se promovió el festejo con el fin de fortalecer la idea de que la familia es la base del Estado. Con ello, se buscaba reducir la influencia que la Iglesia ejercía sobre la población, especialmente sobre las mujeres. Los festejos comenzaron en las escuelas, a través de festivales infantiles en honor a las madres.
Para 1942, la fecha ya gozaba de tal popularidad que no sólo se conmemoraba un solo día, sino que toda la semana era dedicada a las mamás. Incluso, el Monte de Piedad ofreció a las madres recuperar sin costo las máquinas de coser que habían empeñado.
Es una de las fechas más importantes para los mexicanos. Según la Procuraduría Federal del Consumidor, el gasto durante este día se equipara al de Navidad o Año Nuevo, en regalos que van desde flores, chocolates y peluches, hasta electrodomésticos y reservaciones en restaurantes, los cuales ese día operan a su máxima capacidad.
Así, desde hace más de cien años, las más de 48 millones de mamás en México celebran su día cada 10 de mayo.
Orígenes antiguos
Las primeras celebraciones dedicadas a las madres se remontan a la antigua Grecia, donde se rendían honores a Rea, madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Los romanos adoptaron esta festividad y la llamaron Hilaria: durante tres días, a partir del 15 de marzo, realizaban ofrendas en el templo de Cibeles.
En el cristianismo, los católicos dedicaron esta celebración a la Virgen María, el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. Panamá adoptó esta fecha como Día de la Madre.
En el Reino Unido e Irlanda, desde el siglo XVI se celebraba el Mothering Sunday (Domingo de las Madres), el cuarto domingo de Cuaresma. Durante este día, los hijos debían visitar la iglesia de sus madres y era una ocasión para reunir a toda la familia.
Las mamás del mundo
En 1870, la abolicionista estadounidense Julia Ward Howe redactó su Manifiesto del Día de las Madres, un llamado a la paz durante la Guerra de Secesión, celebrando a las mujeres el 2 de junio. Aunque su propuesta no prosperó a nivel nacional, logró que mujeres en 18 ciudades estadounidenses se reunieran ese día en honor a las madres. Boston continuó con la celebración durante al menos una década, hasta que los festejos fueron desapareciendo.
Fue hasta el 12 de mayo de 1907 cuando Anna Jarvis, tras la muerte de su madre, inició una campaña para lograr el reconocimiento oficial del Día de la Madre. Siete años después, en 1914, el presidente Woodrow Wilson declaró el segundo domingo de mayo como Día de la Madre en Estados Unidos.
A partir de entonces, la celebración se difundió internacionalmente, aunque con distintas fechas. Países como España, Portugal, Rumania y Hungría lo conmemoran el primer domingo de mayo; mientras que Perú, Alemania, Australia, Bélgica, Brasil, Chile, China, Canadá, Cuba, Dinamarca, Ecuador, Grecia, Holanda, Honduras, Italia, Japón, Puerto Rico, Ucrania, Uruguay, Suiza, Nueva Zelanda y Venezuela lo celebran el segundo domingo del mes.
Otros países tienen fechas específicas: Paraguay el 15 de mayo; Polonia el 26; Bolivia el 27 y Nicaragua el 30 de mayo.
Un día que también mueve la economía
Cada año, se gastan en promedio 1,900 millones de pesos en flores para esta fecha, ya que el 69 por ciento de las personas prefiere este obsequio para mamá.
Según la empresa Hallmark, en Estados Unidos se envían anualmente 133 millones de tarjetas de felicitación por el Día de la Madre, lo que la convierte en la tercera celebración con mayor número de envíos postales. Además, las llamadas telefónicas aumentan hasta un 37 por ciento durante ese día.